Dos hombres fueron detenidos por agentes de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) como parte de las pesquisas por la desaparición de los jóvenes Christopher Aguilar y Karla Elena Ramírez, de 20 años, ocurrida la madrugada del 29 de agosto en el bar Quito, ubicado en la colonia San Miguel Amantla, en Azcapotzalco.
De acuerdo con investigaciones de la FGJ, Daniel Becerra Franco y Carlo Baca Ruiz, quienes fueron aprehendidos por separado en dos inmuebles de Miguel Hidalgo y Azcapotzalco, posiblemente se dedicaban a comercializar droga en el bar Quito.
Las autoridades suponen que los detenidos estaban en el bar la madrugada en la que ocurrió una balacera antes de la desaparición de los dos jóvenes –quienes no tenían ninguna relación– y “posiblemente conocen a las personas responsables de los hechos ocurridos”.
En coordinación con elementos de la Guardia Nacional, los agentes de la Policía de Investigación cumplieron dos órdenes de cateo en la colonia Los Manzanos, en Miguel Hidalgo, y en la colonia Plenitud, en Azcapotzalco, donde aseguraron varias dosis de estupefacientes, animales exóticos, armas y básculas grameras.
La FGJ informó que en el cateo realizado en la calle Lago Mask, colonia Los Manzanos, en Miguel Hidalgo, fue detenido Daniel Becerra Franco, quien cuenta con dos carpetas de investigación radicadas en la fiscalía de Azcapotzalco por los delitos de lesiones por golpes y por arma de fuego, en octubre de 2006 y noviembre de 2008; además, un ingreso al Reclusorio Norte por homicidio calificado, aunque la institución no precisó el año.
En dicho domicilio se aseguraron alrededor de 300 gramos de mariguana, cerca de 54 dosis de la misma droga, 47 dosis de cocaína, una pistola calibre 9 milímetros, una báscula gramera y tres caimanes.
En tanto, en el cateo que se realizó en la calle Norte 143, colonia Plenitud, en Azcapotzalco, los agentes aprehendieron a Carlo Baca Ruiz por su posible responsabilidad en la comercialización de armas de fuego y drogas; además, en el inmueble se decomisaron 31 dosis de mariguana, cerca de 300 gramos de cocaína, así como un arma larga calibre .223.
Otras dos órdenes de cateo se cumplieron en inmuebles ubicados en las colonias Nextengo y Santa Cruz Acayucan, en Azcapotzalco, pero no se hallaron indicios relacionados con los ilícitos anteriores.