A casi dos meses de la toma del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), los integrantes de la comunidad otomí residente en la Ciudad de México aseguraron que en el Día Internacional de los Derechos Humanos “no tenemos nada que celebrar, no conocemos los derechos humanos”.
En conferencia de prensa en la que anunciaron que a partir de mañana y hasta el 13 de diciembre realizarán la “Expo-venta de artesanías, mezcal y café”, surtida con objetos hallados en el INPI, expusieron que las autoridades federales y de la Ciudad de México están “simulando mesas de diálogo”, pues envían “funcionarios que llevan papeles a sus jefes. Queremos personas que tomen decisiones”.
Demandaron la presencia de la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum y de la secretaria de Salud capitalina, Oliva López Arellano, pues señalaron que el martes próximo llevarán a cabo la mesa de Salud, Trabajo, Educación y Cultura.
Advirtieron que si no se presentan funcionarios con capacidad de resolver, tomarán acciones más “contundentes”.
Diego García Bautista, de la UPREZ BJ, indicó que realizarán esa mesa nuevamente, pues un aspecto importante es lograr que la comunidad tenga atención en el IMSS, y precisó que López Arellano es quien debe gestionarles esa exigencia.
Así mismo denunciaron que las autoridades buscar “dividir” a la comunidad y se les está ofreciendo “25 mil pesos” para deslindarse de la toma del INPI y del movimiento en general, lo cual, dijo García Bautista los dejaría sin derecho a vivienda, una vez que se hayan expropiado los cuatro terrenos demandados.
Así mismo el responsable de comunicación de la toma sostuvo que cuando los predios sean expropiados, quienes los habitan se trasladarán al INPI a “vivir” allí, pues no tendrán en donde habitar mientras se construyen las viviendas, así que consideró que la ocupación del organismo federal va para largo.
En la Expo-venta también venderán “artesanías hechas por manos zapatistas” y de las muñecas otomíes zapatistas.
Hace unos días los ocupantes del INPI inauguraron un taller de elaboración de la muñeca, que instalaron en el estacionamiento del instituto. La venta de la muñeca Lele, que en su idioma originario significa bebé, es otra forma de allegarse recursos para mantener la toma.
Las mujeres otomíes aseguraron que lo hecho por los gobiernos “es despojarnos” y añadieron que “en el INPI es en donde se nos traiciona”, pues el organismo avala “consultas amañadas” para proyecto de despojo.
Exigieron que se detenga la construcción del Tren Maya y de todos los demás megaproyectos gubernamentales.
“No queremos disculpas, exigimos justicia”.