Ciudad de México. La Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País y Greenpeace México expresaron su respaldo a la propuesta del decreto presidencial en el que se prohíbe el maíz transgénico y que marca la ruta para eliminar hacia el 2024, el uso del glifosato en México. Urgieron al presidente Andrés Manuel López Obrador, para que firme y se publique en el Diario Oficial de la Federación (DOF) dicho decreto.
En contraparte, Protección de Cultivos, Ciencia y Tecnología (PROCCYT) expresó rechazo al decreto y advirtió que se asestará “el mayor golpe económico y social contra los trabajadores del campo mexicano, al impulsar la publicación del Decreto por el cual se cancela cualquier posibilidad de importar y utilizar glifosato para proteger los cultivos de alimentos, pese a que está científicamente demostrado que ese herbicida no provoca daños a la salud ni al medio ambiente”.
La Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País y Greenpeace México destacaron que la prohibición se logra después de 21 años de una lucha junto a otras organizaciones aliadas de campesinos(as), consumidores(as), académicos(as), investigadores(as), artistas e intelectuales.
“Estamos cerca de lograr la prohibición de maíz genéticamente modificado, también denominado transgénico y del uso del glifosato, que implican serias afectaciones a la salud humana y el medio ambiente”.
El decreto publicado ayer martes en el portal de la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (CONAMER), responde a la lucha para “defender nuestros maíces, pues México es considerado el centro de origen, de domesticación y de diversificación de por lo menos 64 razas de maíz, y de otras más de mil especies, entre ellos el chile, el frijol, la calabaza, la vainilla, el algodón, el aguacate, el cacao y el amaranto”.
Dichas agrupaciones han denunciado que “los transgénicos y su paquete tecnológico agrotóxico ocasionan severos daños a la salud humana y al medio ambiente, como demuestran numerosas investigaciones científicas realizadas con el debido rigor y evidencia”.
Remarcaron que en agricultura el verdadero progreso son “la revaloración del trabajo campesino e indígena, el desarrollo y mejoramiento de las técnicas agrícolas sustentables, la agricultura ecológica, la protección de la agrobiodiversidad, la conservación de la fertilidad del suelo, el desarrollo de modelos locales, basados en las variedades tradicionales y los agroecosistemas”.
Destacaron que en ese tenor es “indispensable transitar hacia la construcción de un nuevo sistema agroalimentario y nutricional, para cumplir con los objetivos de alcanzar la autosuficiencia y soberanía alimentarias”.
“Celebramos que con esta propuesta de decreto presidencial se prohíba la siembra de maíz transgénico de inmediato y el glifosato de manera progresiva para 2024. Son pasos importantes para avanzar hacia una producción ecológica que preserve la biodiversidad y la agrobiodiversidad forjada en manos campesinas desde hace milenios, dándonos la oportunidad de transitar hacia un medio ambiente sano y un sistema agroalimentario justo, sustentable y saludable”.
Aparte, Cristian García de Paz, director ejecutivo de PROCCYT, consideró que “las acciones promovidas por simple fundamentalismo ideológico contra el campo, por parte de grupos radicales enquistados en instituciones como la Semarnat, el Conacyt y la CONAMER, representan una traición a los agricultores mexicanos que fincaron su esperanza y confianza en la 4T, con el anhelo de recibir los apoyos necesarios para hacer del campo el motor económico de México”.
Refirió que en el sitio web de la CONAMER “ya está publicado el proyecto de Decreto por el cual, a partir de su publicación en el Diario Oficial de la Federación y hasta el 31 de enero de 2024, se prohíbe sin haber escuchado a los agricultores, ni atender los estudios científicos que existen en México y el mundo sobre el glifosato, el uso de este herbicida que permite proteger los cultivos de alimentos”.“Estamos siendo testigos del mayor despropósito que hayan tenido autoridades federales contra el campo nacional, porque al quitarle a los agricultores su principal herramienta para proteger sus cultivos, los están condenando a la quiebra, a su desaparición, lo que tendrá graves consecuencias alimentarias para México porque sin cultivos de maíz, frijol, cítricos, tomate, café, chile, entre otras frutas, verduras y cereales, habrá escasez de alimentos, encarecimiento de los mismos, y por lo tanto, hambre”.
Apuntó que “el presidente ha reconocido que no existe substituto del glifosato en ninguna parte del mundo” y añadió que “no es posible que las pugnas ideológicas entre el nuevo grupo en el poder, incluso dentro del propio gabinete, ponga en riesgo la alimentación de más de 127 millones de mexicanos”.
Criticó que “la CONAMER eliminó de su sitio web gubernamental el anterior proyecto de decreto presidencial que permitía la importación y uso de glifosato, y borró más de 650 comentarios favorables que habían inscrito productores y académicos para apoyar el uso del herbicida”.
García de Paz dejó claro que “el campo mexicano ya no aguanta más, porque a un año de que se prohibió la importación del herbicida los agricultores están indefensos, e incluso, a merced de la agropiratería que les ofrece productos no autorizados, y por lo tanto de alto riesgo para la salud y el medio ambiente. Es urgente que la Semarnat revierta su prohibición; los focos rojos ya se encendieron en el agro, y la producción de alimentos está en grave riesgo”.
Consideró que “los opositores al glifosato han montado una estrategia de mitos y mentiras para hacerle creer a la población que el herbicida causa enfermedades y daños ambientales”.