Nueva York. La Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó ayer, con los votos en contra de México y Bolivia, una resolución que rechaza los comicios
En contraste, el Grupo de Puebla aseguró que esos comicios se desarrollaron “dentro de la normalidad, de manera pacífica y sin incidentes”, y reiteró que “el camino democrático” es la mejor solución para la situación que atraviesa la república bolivariana.
“Con 21 votos a favor, dos en contra, cinco abstenciones y seis ausentes, el Consejo Permanente de la OEA aprueba la resolución ‘Rechazo a las elecciones parlamentarias celebradas el 6 de diciembre en Venezuela’”, publicó la OEA en su cuenta de Twitter.
La resolución, que obtuvo dos votos más de los necesarios para su aprobación, fue presentada por Brasil, y contó con el respaldo, entre otros, de Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, representada por un delegado del dirigente opositor Juan Guaidó, autoproclamado presidente encargado de la república bolivariana.
La embajadora de México, Luz Elena Baños, declaró que se opuso a la resolución “por considerar que es abiertamente intervencionista y por lo tanto va en contra de los principios de nuestra organización”.
Agregó que esta resolución fue negociada por un conjunto de países en lugar de por todos los miembros de la OEA, integrada por 35 naciones, algo que denunció como práctica común en la institución.
Baños destacó que “las sanciones no han resultado ser efectivas” para lograr una solución sostenible en Venezuela y por el contrario, “alejan la posibilidad de diálogo”, indicó, tras agregar que eso confronta inútilmente a los estados. La solución, indicó, debe ser creada por los propios venezolanos.
Tras las elecciones legislativas del domingo, que contaron con la participación de 107 fuerzas políticas, Maduro retomó el control de la Asamblea Nacional después de que una alianza de partidos oficialistas se adjudicó 253 de los 277 escaños en disputa. El oficialismo había perdido el control del Congreso en la votación de 2015.
Los comicios fueron boicoteados por los principales partidos de oposición, encabezados por Guaidó, quien tiene el reconocimiento de 60 países, encabezados por Estados Unidos.
La resolución aprobada ayer señala que no se reconocen los resultados “por no haber sido libres ni justas, de conformidad con las condiciones establecidas en el derecho internacional” y por “carecer de imparcialidad y transparencia”.
El representante permanente de Brasil ante la OEA, Fernando Simas, quien dio a conocer el documento, calificó los comicios de “farsa”, “fraude” y “fantasía electoral de Maduro”. Destacó que éstos no contaron con observadores y que “la alta abstención que se registró” es una victoria para “el régimen de Maduro”.
Bradley Freden, vicerrepresentante permanente de Estados Unidos en la OEA, afirmó que su país sólo apoyará “la verdadera voz democrática” de la oposición y denunciará las “violaciones a los derechos humanos del gobierno de Maduro.
“Las últimas elecciones democráticas en Venezuela fueron las de 2015, cuando el pueblo venezolano rechazó de manera abrumadora a Maduro y votó a favor de una Asamblea Nacional controlada por la oposición”, sostuvo Freden.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, un fuerte crítico de Maduro, aseguró que los comicios representan un “avasallamiento de las libertades fundamentales del pueblo venezolano”.
Argentina fue uno de los países que se abstuvo. Su embajador, Carlos Raimundi, señaló que desde fuera de Venezuela no se puede “hacer caso omiso de la voluntad manifestada por quienes concurrieron al acto electoral”.
Tampoco se puede “dictar condiciones para procesos electorales sin contribuir en lo más mínimo a los mismos o, peor aún, alentando su boicot”, mencionó.
La Organización de Naciones Unidas afirmó que no tomará una posición sobre la legitimidad de las elecciones parlamentarias venezolanas, pero comentó que continuará alentando el diálogo político.
El Grupo de Puebla manifestó que “jamás apoyará una salida de fuerza para superar una crisis política en el hemisferio”, y aseveró: “apostar por golpes de Estado, disfrazados o no, a partir de la desestabilización del actual régimen aumenta el sufrimiento de su pueblo y provoca inestabilidad en toda nuestra región, con pérdidas significativas para la integración regional”.
Exigió el “fin inmediato del bloqueo económico y las sanciones” impuestos a Venezuela que “están afectando gravemente la vida de la población”.
Añadió que “lamentablemente” algunos gobiernos de América del Sur “han optado por apostar a la violencia por conducto de embargos, bloqueos comerciales e incluso apoyaron anuncios intimidantes de intervenciones militares”.
El Grupo de Puebla tiene entre sus integrantes más destacados a los ex presidentes Rafael Correa, de Ecuador; Dilma Rousseff, de Brasil; Fernando Lugo, de Paraguay, y José Luis Rodríguez Zapatero, de España.