Con el voto de la mayoría de Morena y sus aliados , el Senado aprobó anoche la controvertida reforma a la Ley del Banco de México, que permite al banco central adquirir los dólares que no puedan repatriarse, aunque con cambios de última hora que permiten al organismo decidir si las divisas formarán parte de las reservas internacionales del país.
Esta modificación fue solicitadas por el gobernador del Banco de México, (BdeM), Alejandro Díaz de León, según comentó el presidente de la Comisión de Hacienda, Alejandro Armenta, quién en tribuna rechazó que la iniciativa –presentada por el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, el pasado 19 de noviembre– ponga en riesgo al organismo.
“No es una reforma para el lavado de dinero”, recalcó Armenta y advirtió: “El Banco de México es autónomo y soberano, pero no significa que esté por encima del Estado mexicano”.
En contraparte, senadores del PRI, PAN, MC e incluso la senadora del PT, Nancy de la Sierra, deploraron que la iniciativa se haya sacado al vapor, sin tomar en cuenta la oposición del BdeM ni la opinión de expertos en la materia.
“La lavadora más grande del país”
“Qué indignación, sacar a las carreras”, esta reforma que “va a acabar con el Banco de México” con una de las instituciones que tanto trabajo le costó al país”, advirtió la senadora priísta, Claudia Anaya. “Vamos a convertir al Banco de México en la lavadora más grande del país”.
La legisladora Minerva Hernández (PAN) consideró inaudito que “se comprometa al sector financiero nacional y su interacción con el sistema financiero internacional”.
Juan Zepeda, de MC, advirtió que hasta las reservas internacionales corren el riesgo de ser congeladas.
Armenta rechazó los señalamientos, dijo que los cambio que se hicieron al dictamen responden a algunas de las preocupaciones del gobernador del BdeM.
El pleno aprobó la modificación al artículo 20, en el que se establece que “será a juicio” del BdeM, que las divisas “podrán” ser parte de las reservas internacionales.
En ese mismo sentido, modificó el artículo 20 bis del dictamen de la Ley del Banco de México, en que se establecía que “los montos de divisas que no puedan repatriarse, será comprados por el Banco de Mexico para que pasen a formar parte de la reserva internacional”. Se eliminó esta última parte.
Igualmente, se modificó el artículo 20 ter de esa ley para establecer mecanismos que permitan detectar operaciones con divisas de presunta procedencia ilícita. Las instituciones bancarias a las que Banxico comprará los dólares excedentes deberán contar “con un modelo de evaluación de riesgos, que se obligue a aplicar a sus clientes que les vendan las divisas”. Asimismo, generar reportes de las operaciones de compra de billetes y monedas metálicas extranjeras, al Banco Central.
La reforma se aprobó con 67 votos a favor, 23 en contra y 10 abstenciones y fue turnada a la Cámara de Diputados.
Expertos advierten riesgos
Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco de México (BdeM) calificó como lamentable que el Senado aprobara las modificaciones a las leyes del organismo.
“Ponen en riesgo las reservas internacionales y atentan contra la autonomía del BdeM. Espero que en la Cámara de Diputados se corrija esta situación.”
Diversos integrantes del sistema financiero mencionan que este cambio pone en riesgo todas las actividades contra el lavado de dinero.
Eduardo Osuna Osuna, vicepresidente de la Asociación de Bancos de México (ABM) y director general de BBVA, planteó en videoconferencia que hacer al BdeM un tomador de divisas provoca “un riesgo de lavado de dinero”.
Raúl Martínez-Ostos, vicepresidente de la ABM, consideró que hay una señal de preocupación al darle al banco central funciones que no le corresponden.