En realidad, ayer se cumplieron 15 años de que fue detenido Israel Vallarta Cisneros junto con quien entonces era su novia, la ciudadana francesa Florence Cassez. Pero, oficialmente, es hasta un día como hoy cuando puede darse por registrada tal aprehensión quinceañera, pues el entonces director de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) del gobierno foxista, Genaro García Luna, en busca de lauros mediáticos que le permitieran continuar con su desquiciada carrera policiaca, concertó con Televisa y Televisión Azteca una “recreación” del apresamiento, que en realidad se había realizado quince horas antes.
La transmisión televisiva “en vivo”, que en realidad fue un montaje, afectó sustancialmente el debido proceso judicial y, luego de un largo forcejeo entre autoridades mexicanas y francesas, durante el cogobierno de Felipe Calderón Hinojosa y el citado García Luna, obligó a liberar sin carga penal a la ciudadana francesa, que pasó siete años en la cárcel.
Aunque el tratamiento judicial debería haber sido similar al de Cassez, el mexicano Vallarta Cisneros sigue en una prisión de alta seguridad, sin que haya sentencia. El gobierno obradorista ofreció un año atrás ayudar a que se defina la situación del detenido, pero nada eficaz se ha hecho hasta ahora, salvo declaraciones promisorias de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien fue ponente en enero de 2013, como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que era, de la resolución que permitió la liberación de Cassez, por tres votos a favor (Arturo Zaldívar, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y la ponente) contra dos (José Ramón Cossío y Jorge Mario Pardo Rebolledo).
En el expediente Vallarta se ha sostenido la exigencia de que declare judicialmente el periodista Carlos Loret de Mola, cuya transmisión “en vivo” en Televisa fue fundamental para liberar a Cassez (sin pronunciamiento sobre su culpabilidad o inocencia) y debió haberlo sido para Vallarta. Entre otros señalamientos de responsabilidad de Loret en el montaje acordado, está el de Juan Manuel Magaña, quien fue coordinador de información durante cinco años de los programas informativos en Televisa del actual conductor de Latinus (entrevista en Internet con Magaña y con Mary Sáinz, esposa de Vallarta https://bit.ly/2VUkDB9).
Hasta ahora, no ha esclarecido su responsabilidad en los hechos el mencionado Loret de Mola (cuya productora de aquella época y de aquel montaje, Azucena Pimentel, es actualmente partícipe de la producción de la mañanera presidencial, en el equipo dirigido por Jesús Ramírez Cuevas). El pasado octubre, Loret realizó otro montaje, pues se simuló que se cancelaría una audiencia judicial federal y al siguiente día se realizó de manera intempestiva y sin desahogar los puntos críticos planteados por Vallarta.
El montaje televisivo en cuestión formó parte del proyecto de García Luna para proyectarse como un policía de mano dura. Meses antes del caso Vallarta, hubo otra liberación muy publicitada, la del entonces director del equipo de futbol Cruz Azul, Rubén Omar Romano, quien “tuvo que aguardar al menos una hora en la casa de seguridad, ubicada por la zona del Reclusorio Oriente. Cuando salió de la vivienda el entrenador fue sorprendido por un nutrido grupo de reporteros”, según relato de Raúl Ochoa en la revista Proceso (https://bit.ly/3qHUAes ).
Las primeras palabras de Romano, luego de su liberación, fueron “Gracias a la AFI que me salvó”, y un elemento de esa agencia le entregó una camiseta con la leyenda estampada “Gracias, AFI”, que el entrenador usó días después en un juego que dirigió en el Estadio Azul. El miembro de la AFI que le dio la camiseta le habría dicho que tal prenda y su letrero servirían para “fomentar un poco lo que estamos haciendo”.
Esos montajes y servicios mediáticos permitieron que García Luna fuera nombrado secretario de Seguridad Pública en la administración de Felipe Calderón, con los trágicos resultados conocidos. ¡Hasta mañana!
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