Caracas. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció ayer un nuevo complot para asesinarlo, del cual responsabilizó al gobierno de Colombia, y explicó que por esa razón tuvo que cambiar de centro de votación de último momento durante los comicios legislativos del domingo pasado.
“Solicité el cambio al Consejo Nacional Electoral porque de fuentes de inteligencia colombianas nos llegó la información de que se estaba preparando un atentado para asesinarme el día de las elecciones, en vivo y directo”, aseguró en una extensa conferencia de prensa en el Palacio de Miraflores, a la cual asistieron periodistas de medios internacionales.
El mandatario no votó en el colegio Miguel Antonio Caro, ubicado en el sector populoso de Catia, zona oeste de Caracas, donde habitualmente lo hace, sino en la escuela Simón Rodríguez, dentro del complejo militar Fuerte Tiuna, en el sur de la capital, bajo un fuerte dispositivo de seguridad.
“Precisamente era un día fijo, en un lugar fijo, y desde la Casa de Nariño, (el presidente colombiano) Iván Duque participó de los planes para intentar asesinarme el día de las elecciones. Todo eso está en fase de investigación, pero esa es la verdad”, afirmó.
Maduro aseveró que el gobierno del saliente presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tenía como propósito “impedir la realización de las elecciones para renovar la Asamblea Nacional” con un financiamiento de “millones de dólares”.
Destacó que hay una “guerra multifactorial” impulsada por el magnate, contra su gobierno, por lo que podría tratar de atacar a la república bolivariana antes de dejar la Casa Blanca, el 20 de enero. “Es una guerra mediática diaria, brutal, nunca antes vista. Venezuela pudo ir a elecciones en paz y así estamos el día de hoy. No pudiste, Donald Trump, ni ganar las elecciones en Estados Unidos ni sabotear las de Venezuela”.
Indicó que un intermediario de Trump lo invitó a una reunión con su par estadunidense durante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas a finales de 2018. Luego señaló que estaba abierto para el encuentrom pero que el establishment estadunidense impidió que la reunión se llevara a cabo.
El gobernante estadunidense dijo públicamente en ese momento que estaría dispuesto a reunirse con Maduro, pero que tal encuentro no estaba en su agenda. La Casa Blanca y el Departamento de Estado no respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios.
Maduro aseguró que la relación entre Caracas y Washington era mejor durante el gobierno de Barack Obama, de quien el ahora presidente electo, Joe Biden, era vicepresidente, aunque comenzó a deteriorarse en 2015 con el decreto en que se declaraba a Venezuela “amenaza inusual y extraordinaria"”a la seguridad de Estados Unidos.
El presidente venezolano externó su confianza en que en el gobierno de Biden “se abran posibilidades de comunicación y diálogo” entre ambos países, y reiteró su disposición a negociar con la oposición local.
Washington y Caracas cortaron relaciones diplomáticas el año pasado después de que la administración Trump, junto con decenas de otros países, reconocieron al jefe del Congreso, Juan Guaidó, como presidente interino de Venezuela.
En tanto, el secretario estadunidense de Estado, Mike Pompeo, informó ayer que su gobierno respalda la “consulta popular” impulsada por Guaidó en Venezuela para rechazar las elecciones legislativas del domingo pasado.