Totonicapán. Cientos de indígenas bloquearon este miércoles varias carreteras en el oeste de Guatemala en una nueva jornada de manifestaciones para exigir la renuncia del presidente Alejandro Giammattei, quien enfrenta una crisis por reclamos de opacidad en su gestión de gobierno.
"Renuncia ya Giammattei", fue la consigna principal de la protesta convocada por Los 48 Cantones del departamento (provincia) de Totonicapán, una de las principales organizaciones indígenas que desde fines de noviembre se sumó al rechazo contra el presidente tras la aprobación del presupuesto nacional para 2021, que fue luego derogado entre críticas de que no atendía los problemas sociales.
Los manifestantes realizaron por casi 10 horas cortes de ruta en al menos cinco áreas del poblado de Totonicapán, en una jornada sin incidentes violentos.
Además de los bloqueos, la mayoría de los comercios cerraron sus puertas en apoyo a la protesta y en el departamento vecino de Sololá autoridades mayas también salieron a las calles a lanzar consignas contra Giammattei, el Congreso y exigir reformas en el Poder Judicial, entre otras demandas.
También pidieron la dimisión de los diputados que aprobaron el polémico presupuesto y la remoción del ministro del Interior, Gendri Reyes, a quien responsabilizan de abusos policiales en manifestaciones anteriores.
"Ingobernabilidad"
Giammattei, un médico derechista de 64 años, atraviesa la crisis apenas 10 meses después de haber asumido el cargo, luego de que el Congreso, controlado por el oficialismo y sus aliados, aprobara a mediados de noviembre el presupuesto para el próximo año bajo acusaciones de corrupción y de incumplir exigencias sociales como el combate a la pobreza, que azota principalmente a las regiones indígenas.
Los reclamos ciudadanos estallaron el 21 de noviembre con una protesta pacífica en el centro de la capital, en el marco de la cual un grupo de encapuchados incendió parte del Congreso desatando choques entre manifestantes y policías, en los que se denunció brutalidad por parte de los uniformados.
Días después, los diputados dejaron sin efecto el presupuesto pero las protestas han continuado y el sábado antepasado un grupo de manifestantes quemó un autobús frente al Palacio Nacional y atacó a varios policías.
"El presidente de la República como jefe de gobierno es el responsable de la gobernabilidad. Al no realizar la gobernabilidad de buena manera es cuando se exige que renuncie", declaró German Batz, uno de los líderes de los 48 Cantones.
La organización, que reúne a los alcaldes comunitarios de Totonicapán, pidió a los manifestantes portar mascarillas y utilizar gel desinfectante para evitar contagios de covid-19, enfermedad que ha dejado en Guatemala más de cuatro mil 300 muertos desde marzo.
Otras organizaciones que rechazan la gestión de Giammattei convocaron a nuevas protestas en la capital y otras ciudades del país para jueves, viernes y sábado.
Llamados de Giammattei
La semana pasada, en un intento por rebajar las tensiones, Giammattei y su vicepresidente, Guillermo Castillo, aparecieron juntos tras semanas de marcadas diferencias y en una conferencia de prensa hicieron un llamado al "diálogo y concertación".
El 20 de noviembre, Castillo le había pedido a Giammattei renunciar juntos "por el bien del país", al acusarlo de no estar respondiendo a las demandas ciudadanas de transparencia.
Las comunidades indígenas también protestan por no haber sido incluidas en los diálogos convocados por el gobierno para resolver la crisis, un reclamo que lideró la Premio Nobel de la Paz guatemalteca, Rigoberta Menchú.
Durante la conmemoración del Día Internacional Contra la Corrupción en el Palacio Nacional, antigua sede de gobierno, Giammattei aseguró que su gestión lucha contra este problema y llamó a la población a "unirse" para atacar el mal "que permea a todos los sectores del tejido social".
"Hago un llamado a todos los sectores de la sociedad (…) a que nos unamos contra la corrupción en todas sus esferas", agregó el gobernante que no hizo mención a las protestas que exigen su renuncia.
El mandatario ya había enfrentado protestas en agosto que le reprochaban una mala gestión de la pandemia, en medio del colapso de los hospitales públicos y deficiencias en los programas de asistencia a personas afectadas por los confinamientos decretados entre marzo y septiembre, que golpearon la economía.