Ciudad de México. La recuperación total de la economía mexicana tras la pandemia de Covid-19 tomará como mínimo 15 trimestres a partir del próximo año, es decir, será hasta 2023 cuando la actividad regrese a los niveles de crecimiento previos a 2018, el último año con crecimiento, afirmó este miércoles Banco Base.
Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base, detalló que con esto la economía tendrá el lapso más largo de la historia para poder recuperarse.
“Será la recuperación más prolongada. La razón principal es la pandemia de Covid-19, sin duda, pero hay otro motivo que es la ausencia de una política fiscal contracíclica, además que la economía ya había tenido una caída desde 2019”, dijo Siller en videoconferencia.
Consideró que en crisis pasadas, las políticas fiscales pudieron ayudar a una recuperación más vigorosa, pero este año, en estímulos, México solo gastó como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) 1.37 por ciento, mientras que en países como Brasil o Chile, considerados economías emergentes, la proporción fue de 4 y 5 por ciento, respectivamente.
“Vemos hay políticas de austeridad, que sí han dado fruto, pero no se han detenido las caídas en el PIB y no se sentaron las bases para una recuperación”, detalló.
Siller refirió que otro indicador que permite ver una lenta recuperación es el consumo privado, mismo que lleva 10 meses consecutivos a la baja y será hasta el mes de marzo de 2021 cuando tenga una recuperación.
“El consumo representa 68 por ciento del PIB, por eso pensamos que la recuperación tardará más. Para aminorar esto, el gobierno debe generar más gasto en infraestructura de corto plazo para reactivar el consumo e invertir en el empleo. También se deben incrementar el número de pruebas de Covid-19”, argumentó.
En lo que respecta a la inversión, puntualizó la economista de Banco Base ha caído a lo largo del año 20.5 por ciento y cerrará con una contracción de 19.2 por ciento.
“Ya hay un freno en la caída de la inversión, pero puede caer si hay mayor incertidumbre por la pandemia, menores ingresos de negocios y falta de certeza en la política nacional y la toma de decisiones”, apuntó.
“Lo malo en las caídas en la inversión es que tienen una repercusión en el PIB a largo plazo, si antes crecíamos a 2.2 por ciento hasta 2018, con la caída de la inversión y un rebote pequeño estamos condenados a crecer a tasas de 1.5 por ciento desde 2022”, alertó Siller.
Banco Base espera que este año la economía tenga una contracción de 8.7 por ciento y en 2021 crezca a una tasa de 3.8 por ciento.
“Un crecimiento de 3 por ciento parece genial, pero si se ven los indicadores al interior no es alentador, ya había una caída en la economía previo a Covid-19”, mencionó la economista.