La mayoría de los integrantes de los 11 colectivos artísticos que sostenían pláticas con funcionarios de la Secretaría de Cultura federal cuando ocurrió el llamado chatgate rechazaron “el remedo de disculpa” que ofreció la titular de esa dependencia, Alejandra Frausto, este lunes en una rueda de prensa a la que no fueron convocados.
Informaron que entre todos discutirán la respuesta que darán a la funcionaria y las acciones a seguir los próximos días porque “el problema no es el nombre que tenía el chat de WhatsApp (‘Desactivación colectivos’), sino la actitud de todos los funcionarios de la SC hacia la comunidad artística y cultural desde hace dos años”.
El muralista Polo Castellanos, integrante de la Asamblea por las Culturas de la Ciudad de México, dijo a La Jornada que “Frausto cree que somos tontos y con entregar a dos de sus funcionarios va a tapar el sol con un dedo. Ese chat sólo vino a comprobar lo que venimos diciendo desde hace rato: es demagogia pura.
“La secretaria es una demagoga profesional y mentirosa, porque todo el tiempo dice que hay diálogos con la comunidad y eso es falso. Presume en otro comunicado que ha tenido 30 y tantas reuniones, pero no dice que no ha cumplido ninguno de los acuerdos que ahí se han firmado. Nos quiere venir a dar lecciones de ética e inclusión cuando siempre han roto los diálogos.”
El artista explicó que funcionarios de la Secretaría de Gobernación son testigos de la ruptura de esas pláticas y acuerdos de los servidores públicos que Frausto ha enviado a enfrentar a los colectivos, “porque ella nunca ha dialogado con nosotros. El problema aquí no es el nombre de un chat, sino la política que desarrolla la SC, no sólo hacia la comunidad artística y cultural, sino hacia la nación, ¡es gravísimo!
“¿Por qué la 4T (por la que muchos votamos) sigue sosteniendo a una funcionaria con ese nivel de incompetencia en un lugar estratégico como es la cultura? Ya demostró que el puesto le queda grande, que tenga un poquito de dignidad y que se retire, porque además tiene dos investigaciones en curso, una ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y otra ante la Secretaría de la Función Pública.”
Al igual que los colegas de los otros colectivos, que ayer manifestaron en redes sociales su rechazo a la disculpa pública de la secretaria de Cultura, Castellanos mostró su extrañeza ante el cese de dos empleados menores “de los que ni siquiera se dijeron sus nombres y que no son a los que deberían de cesar, porque en el chat estaba el equipo de trabajo de la subsecretaria Marina Núñez, y ahora resulta que ella va a estar frente al nuevo grupo de trabajo. Es atole con el dedo, son de un cinismo descarado.
“Se tiene que abrir una investigación contra quien resulte responsable, no sólo por el chat, sino por todo lo demás, porque nadie sabe cómo se está gastando el dinero de la dependencia y todavía hay impagos. Alejandra Frausto miente a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, viola acuerdos y tratados internacionales, además de unos ocho artículos de la Constitución mexicana, por eso está denunciada, y nadie le pone un fin.
“Siga o no siga al frente de la SC, vamos a continuar con las demandas legales e iremos a todas las instancias, incluso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, hasta que los actuales funcionarios de cultura entiendan que deben responder a la comunidad a la que se deben”, concluyó el artista.