Miles de estudiantes que concluirán en el ciclo escolar 2020-2021 su secundaria enfrentan “estrés y angustia debido a que no están adquiriendo los aprendizajes básicos para ingresar al bachillerato”, alertaron docentes y padres de familia.
Cada año, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Educación Pública, 2 millones 80 mil 503 adolescentes concluyen su secundaria. De ellos, poco más de 300 mil se presentan al concurso de asignación que organiza la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems) para la Ciudad de México y área conurbada.
En entrevista con La Jornada, profesores de secundarias diurnas y técnicas consideraron que los alumnos de tercer grado “van con la desventaja de tener sólo clases en línea, sin cubrir la totalidad de los contenidos de planes y programas, y sin acceso a cursos de regularización de forma presencial”.
“Mejor que se pierda el año”
Otilia, madre de un adolescente, destaca que desde que comenzó la emergencia sanitaria y tuvo que quedarse en casa para seguir sus clases por televisión e Internet, su hijo “se estresa mucho por tanto trabajo que les dejan, pero también porque no hay quién le explique cuando no comprende algún contenido y se preocupa de cómo aprobar el examen para ingresar al bachillerato”. Destacó que los cursos de regularización que se ofrecen cada año “no son una opción, porque también son en línea, y lo que piden los muchachos es tener a alguien de forma presencial que les explique, pero con las condiciones de la pandemia, no hay manera”.
Como madre, afirma, “hubiera preferido que se perdiera el ciclo escolar a que egrese de la secundaria sin los conocimientos necesarios para seguir sus estudios en la preparatoria. De qué le va a servir un papel que diga que terminó su tercer año si no tendrá los conocimientos para que continúe su educación”.
Al respecto, Felipe Ramos Trejo, profesor de secundaria en la alcaldía de Iztapalapa, declaró que “hay preocupación de los alumnos, padres de familia y docentes, porque cada escuela ha tratado de resolver cómo ha podido, y de acuerdo a las condiciones de cada estudiante, las dificultades para mantener el contacto y las clases regulares, ya que entre 40 a 50 por ciento de los muchachos no se conecta con regularidad a las lecciones en Internet, sin conocerse la causa”.
Hay una situación “crítica”, aludió, para los alumnos de tercero de secundaria, quienes en su mayoría buscan su ingreso al bachillerato por el concurso de Comipems, cuando “la mayoría de los estudiantes no está cubriendo de manera aceptable en términos académicos ni 80 por ciento de los contenidos programados, por lo que sería injusto que les apliquen una evaluación como si hubieran tenido un año escolar regular”.