Ciudad de México. En la actual administración federal, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) se transformó. Pasó de tener alrededor de 30 programas a sólo dos, ahora sus cuerpos técnicos cuentan con un perfil adecuado a las labores de la dependencia, lo que profesionalizó su actuación, y hay transparencia en el gasto, aseguró Román Meyer Falcón, titular de la dependencia.
En una evaluación de los primeros dos años de labores, expuso los avances de los programas Mejoramiento Urbano y el de Reconstrucción e indicó que el Covid-19 no ha retrasado su avance.
Calculó que en 2021 las obras de la Sedatu generarán unos “250 mil empleos directos y la dependencia ejercerá 25 mil millones de pesos” en acciones de vivienda y de equipamiento de espacios públicos y servicios básicos.
“Una de las principales formas de abatir un problema económico (en relación al ocasionado por el Covid-19) es generar empleo, y la forma de crear empleo es la obra pública.”
Contó que la Sedatu “era una secretaría de Estado que no tenía claridad en materia de sus facultades. Tenía una gran dispersión de programas, y el seguimiento de éstos era prácticamente nulo. Ejecutaban unos 30 programas y todo se concentró en dos: el Programa de Mejoramiento Urbano y el Programa Nacional de Reconstrucción”, refirió.
En entrevista con La Jornada, explicó que se la dotó de nuevas facultades. El sexenio pasado “no tenía facultades en materia de planeación de la política nacional de vivienda. No había una institución o una secretaría que viera este tema, había una coordinación muy pobre, pero ahora se refuerza estrechamente la coordinación con el Infonavit, Fovissste, Sociedad Hipotecaria Federal y la Comisión Nacional de Vivienda.
Responsable de los fondos
Todo el aspecto de planeación lo absorbe la Sedatu, que pasó de ser una secretaría plenamente normativa, que dispersaba el recurso a otras entidades ejecutoras, y no se daba seguimiento a esos fondos, a una dependencia que se vuelve responsable en la ejecución en todo el proceso del ejercicio del erario asignado”. Citó como otra gran diferencia, el actual “grado de profesionalismo del cuerpo técnicos, antes eran cuadros no técnicos. Muchos de ellos eran políticos, no conocedores de la materia, simplemente eran administradores que podían estar al frente de un programa en la Sedatu o de cualquier otro en otro organismo del gobierno”.
Ejemplificó que había comunicólogos y licenciados en ciencias políticas, por ejemplo, alejados del perfil de la materia urbana y ahora laboran en la Sedatu urbanistas, arquitectos, sociólogos, ecologistas y abogados expertos en derecho urbano. Además, muchos de ellos cuenta con estudios de posgrado.
Sobre el Mejoramiento Urbano explicó que en este mes se está a “70 por ciento de la conclusión de las obras” y se perfila que entre enero y febrero se concrete el cierre completo de los desarrollos del esquema, a fin de arrancar las acciones de 2121.
Sobre el Programa Nacional de Reconstrucción hay una “evaluación positiva. Es un proceso que a los dos años (de los sismos) hay 70 por ciento de avance” y la restauración de monumentos históricos tardará más, pero por la complejidad de la tarea.