El incremento de la población en el espacio público; el fenómeno de fatiga ante la epidemia, que lleva al relajamiento de medidas de prevención, y las recientes noticias sobre la llegada de las vacunas, han abonado a la distensión de las acciones de protección y propician un mayor número de contagios, afirmó Mauricio Rodríguez Álvarez, profesor de la Facultad de Medicina y vocero de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Luego de darse a conocer que más de la mitad del país regresó a nivel de riesgo alto de contagios por Covid-19, destacó que los casos positivos actuales, “se produjeron en las últimas dos semanas, es decir, llevamos varias semanas con un incremento de casos”.
Desde finales de septiembre se recuperó mucha de la actividad económica y se reabrieron diversos espacios públicos, lo que permitió la reincorporación de un mayor número de personas al espacio público.
Por ello, destacó que las medidas anunciadas por el gobierno de la Ciudad de México para buscar reducir el número de contagios, “son importantes y pueden producir resultados si hay un apego de los ciudadanos a seguirlas y nuevamente nos quedamos en casa”.
Alertó que las noticias sobre la llegada de una vacuna “está generando una falsa percepción de seguridad, pues las personas piensan que pueden volver a su vida normal, cuando no es así. Es absurdo creer que porque se tiene una vacuna ya no se está en riesgo, cuando tardará mucho tiempo en ser accesible a toda la población.
“Por más cansancio que nos genere esta pandemia, no podemos abandonar las únicas medidas que sí pueden cortar los contagios, como quedarnos en casa, usar el cubrebocas, el lavado frecuente de manos y mantener la distancia.”
Destacó que los resultados de las acciones con las que se busca reducir contagios “se verán hasta mediados o finales de diciembre, por lo que se corre el riesgo de que la población no tenga el apego necesario”. Lo que mejor puede funcionar es volver a guardarnos en casa, no salir, y aislar a enfermos.