La regulación de la presencia y colaboración de agentes extranjeros en México, además de posibilitar mayor control de sus actividades, permitirá que las autoridades nacionales conozcan de manera oportuna información que lleve a la detención de delincuentes que afectan la seguridad nacional y se eviten situaciones como las ocurridas en 1985 con el asesinato del agente de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
Al respecto, integrantes de alto rango de las fuerzas armadas señalaron que la legislación fortalecerá los convenios que hoy regulan estas actividades en México, en las cuales se ha permitido de manera ocasional que los agentes extranjeros participen con policías mexicanos en las operaciones, aunque se hace de manera extraoficial.
Los entrevistados refirieron, bajo condición de anonimato, que la relación con los agentes estadunidenses, particularmente con los miembros de la DEA, se tensaron desde la administración pasada, cuando la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) puso condiciones como la no presencia o actividad en operaciones de campo por parte de los extranjeros, y mayor intercambio de información.
En tanto, señalaron, las agencias estadunidenses tuvieron mayor cercanía con la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) y, a la fecha, existe mayor vinculación, aunque, a decir de mandos navales, esta cooperación no vulnera la soberanía nacional, ya que se tienen protocolos en los que se respetan los tratados internacionales y de esa manera se han desarrollado, por ejemplo, incautaciones de precursores químicos o cargamentos de cocaína en diversos puertos nacionales o en aguas nacionales.
Sin embargo, también recordaron que hay grupos de oficiales de narcóticos han realizado trabajo encubierto en nuestro país y que han culminado en tragedias, como lo sucedido en Jalisco en 1985, cuando integrantes del entonces cártel de Guadalajara asesinaron al agente de la DEA Enrique Camarena Salazar.
Recordaron también las amenazas que integrantes del cártel del Golfo –entonces encabezado por Eduardo Costilla Sánchez El Coss–, realizaron a un agente de la FBI y la DEA en Tamaulipas en 1999, así como o el asesinato en febrero de 2011 de un agente del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en San Luis Potosí.