Bogotá. Unas 800 personas han huido de las comunidades indígenas del municipio de Bahía Solano, en el departamento colombiano de Chocó, tras el asesinato el pasado jueves del líder indígena Miguel Tapí Rito, en la zona del río Valle. En total, 16 activistas han sido asesinados en 2020 en dicha demarcación.
La Defensoría del Pueblo de Colombia ha informado de la salida de 195 familias y un total de 906 personas. De ellas, más de 200 serían menores de edad, según la alcaldía.
“Se han desplazado las comunidades indígenas de El Brazo, Posamanza, Boro Boro y Bacurú Purrú. Estamos haciendo un llamado a todos los organismos nacionales para que se vinculen con la ayuda humanitaria para atender a niños, que en gran cantidad se encuentran en este corregimiento”, explicó el alcalde del municipio, Ulmer Mosquera Gutiérrez, en declaraciones recogidas por el diario colombiano El Tiempo.
El alcalde exigió la devolución de los pobladores a sus lugares de origen, pues el municipio no cuenta con recursos para atenderlos: “Necesitamos alimento. La administración va a contribuir con la alimentación inicialmente, pero nuestros recursos no son suficientes”.
La Defensoría del Pueblo ya había advertido del riesgo creciente en ese resguardo indígena por la presencia de grupos armados, al parecer paramilitares de las antiguas Autodefensas Unidas de Colombia.
Tapí Rito fue gobernador de las comunidades de El Brazo y Bacurú Purrú en 2019 y era reconocido como uno de los portavoces más sobresalientes de estos resguardos. Su cuerpo degollado fue hallado por su familia.