Panamá acelera el acondicionamiento de un hospital que está a medio construir y evalúa contratar a personal médico del extranjero en medio de constantes nuevas marcas de casos de Covid-19 que amenazan su sistema sanitario.
“Es muy probable que los contagios puedan aumentar aún más por la gran flexibilización que ha habido en cuanto a la apertura de actividades comerciales. El virus se ha propagado intensamente”, declaró el infectólogo Xavier Sáez-Llorens, quien asesoró al gobierno durante los primeros meses de la pandemia.
El país alcanzó en días pasados 2 mil 28 pacientes nuevos, su propia marca en una nación que cuenta con poco más de 4 millones de habitantes y que desde hace meses presenta el mayor número de casos de toda Centroamérica.
La situación ha encendido la alarma de los hospitales, al borde del colapso, y ha obligado al gobierno a tomar medidas de restricción en algunas zonas ante la sospecha de que el aumento de contagios se debe a fiestas y reuniones sin protección.
Ante la emergencia, el gobierno aceleró las licitaciones para poder utilizar pronto la Ciudad de la Salud, un complejo hospitalario cuyas obras, salpicadas por presunta corrupción, fueron detenidas en 2015 por la compañía española Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), controlada por el magnate Carlos Slim.
“Estamos en la fase de contratar las adecuaciones (infraestructura) para aumentar 300 camas más en la Ciudad de la Salud”, dijo recientemente Enrique Lau, director de la Caja del Seguro Social, entidad que contrató la obra.
El hospital, cuyas instalaciones están vacías y sin equipo, se habilitará para enfermos de Covid-19, pese a que la compañía española y el gobierno panameño mantienen pleitos por el abandono de los trabajos.
“Lo que estamos haciendo es en el marco de la ley. FCC expresó su no objeción a que utilicemos un área para la emergencia sanitaria”, explicó luego Lau.
La empresa FCC ganó en 2011 una licitación del Seguro Social por 554 millones de dólares para construir la Ciudad de la Salud en las afueras de Ciudad de Panamá.
“Estamos bajando la guardia. Estamos recibiendo a mucha gente en salas y hospitales”, advirtió por su parte el presidente Laurentino Cortizo. “Ahora mismo los hospitales privados también están saturándose igual que los hospitales públicos”, agregó el infectólogo Sáez-Llorens.
“Cualquier ampliación de la cobertura hospitalaria y habilitación de unidades, como la Ciudad de la Salud, es bienvenida, pero el problema es que el personal de salud es limitado.”
Afp