Pese a haber sentencias judiciales que les ordenan el pago de indemnizaciones económicas a las familias que sufrieron la muerte o la lesión de un hijo en el incendio de la Guardería ABC, el gobierno federal sigue sin cumplir con esta obligación porque están “apostándole al desgaste” y el cansancio de las víctimas.
Así lo denunciaron los padres y madres que ayer viernes cumplieron 34 días en plantón frente a la Secretaría de Gobernación (SG), quienes lamentaron que las autoridades continúan desprestigiándolos y poniendo en riesgo su seguridad al afirmar que ya les pagaron cantidades millonarias, cuando eso no ha ocurrido.
“No hay avances como debería de ser, porque no han cumplido con los acuerdos y minutas que el 18 de noviembre firmó Alejandro Encinas (subsecretario de Derechos Humanos de la SG). El otro día sacaron un comunicado diciendo que nos han dado millones de pesos, lo cual no es cierto y nosotros tenemos cómo comprobarlo”, señaló una madre de familia que prefirió no dar su nombre.
En entrevista, la mujer recalcó que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas está arriesgado la integridad de los padres y madres de los 49 pequeños que murieron en el incendio de la Guardería ABC, al sugerir que ya recibieron una indemnización que en realidad nunca les ha llegado.
“No quiero ser paranoica, pero la gente que se dedica a hacer secuestros (puede atacarnos), o incluso dentro de la misma familia luego empiezan las dificultades y eso es exponernos a un secuestro, porque piensan que tenemos millones”, enfatizó.
El mantener el campamento que instalaron desde el pasado 2 de noviembre, dijo, “es muy pesado y desgastante. Dejamos todo para estar aquí y lo peor del caso es que los acuerdos, que están firmados y grabados en audio y video, les valen un cacahuate. Además de eso, vienen a embarrarnos como las peores víctimas del país, diciendo que somos unos aprovechados, cuando no pedimos más que lo que merecemos”.
Con expresión cansada, uno de los padres de familia presentes en el campamento define: “nos sentimos de la fregada, como víctimas sin derechos, abandonadas totalmente. Los de derechos humanos nos dejaron en el olvido y nos tenemos que defender solos. ¿En quién vamos a confiar?”
Las autoridades, retoma la mujer, “le apuestan al cansancio, y sí nos cansamos, pero puede más nuestra indignación y nuestro coraje que el cansancio al que le están apostando. Sí nos cansamos, pero no nos vamos a rendir”.