El Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) cumplió ayer dos años de haber sido creado en un momento en que sus instalaciones centrales se encuentran tomadas por integrantes de la comunidad otomí residente en la Ciudad de México.
Adelfo Regino Montes, titular del INPI, señaló que la “premisa fundamental parte del principio de que las comunidades son ahora sujetos de derecho público, y a partir de eso establecimos una relación de respeto, de coordinación con sus autoridades e instituciones, y ésta es una diferencia importante con lo que en su momento hicieron el Instituto Nacional Indigenista y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas”.
Sobre este segundo aniversario en medio de la ocupación del INPI, expuso que “respetamos su punto de vista, los hemos escuchado, he ido tres veces a escuchar sus planteamientos, hemos dado respuesta puntual a cada una de sus demandas, tanto el gobierno de la Ciudad de México y el instituto”.
Ante las críticas hechas por los otomíes ocupantes del INPI, remarcó que “en estos dos años hemos tenido una actitud de servicio a nuestros pueblos y comunidades, hemos tenido una relación de respeto”, y con la convicción de que “por la vía del diálogo y un trabajo coordinado se pueden crear las condiciones para resolver los grandes problemas de pobreza, marginación y discriminación que históricamente han vivido las comunidades”.
El INPI nació el 4 de diciembre de 2018 y en estos dos años ha coordinado 190 reuniones de consulta indígena, ha aprobado 166 proyectos en favor de comunidades indígenas y afromexicanas en materia de capacitación, promoción y difusión de derechos, entre otras.