Este viernes entró en vigor un decreto presidencial que cambia el artículo 37 del Reglamento de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos para permitir que, si un códice u otro bien arqueológico o histórico de origen nacional ubicado en el extranjero entra a México, sea factible devolverlo.
El arqueólogo Leonardo López Luján calificó de “muy lamentable legitimación” esa acción “que hará posible traer ‘prestado’ el patrimonio arqueológico del cual fuimos despojados en el pasado. Aunque luego deberemos regresarlo a las potencias coloniales que nos lo arrebataron. ¿Todo por un festejo?”
El mandato se publicó el 3 de diciembre en el Diario Oficial de la Federación (DOF), y señala que el presidente Andrés Manuel López Obrador decretó adicionar el mencionado artículo para quedar como sigue: “La Secretaría de Cultura, previo acuerdo con el Presidente de la República y con la opinión favorable de la Secretaría de Relaciones Exteriores, podrá celebrar Acuerdos Interinstitucionales con órganos gubernamentales extranjeros u organizaciones o instituciones internacionales que tengan por objeto el traslado temporal, al territorio nacional, de bienes muebles que, de conformidad con la Ley y el presente Reglamento, se consideren o pudieran declararse como monumentos arqueológicos, artísticos o históricos, con fines de estudio o exhibición pública en el país. Dicho traslado temporal deberá llevarse a cabo de conformidad con los instrumentos y disposiciones jurídicas aplicables en la materia”.
La instrucción se firmó el 2 de diciembre, se publicó el jueves y entró en vigor al día siguiente de su publicación en el DOF; es decir, este viernes.
El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma comentó que, hasta donde sabe, ningún gobierno europeo ha aceptado prestar nada, “pero se parte de un error”, puntualiza, “no se puede pedir prestado algo que es tuyo. Los códices o cualquier otra pieza que está en el extranjero, por ley es patrimonio nacional, estén donde estén, ya sea el penacho de Moctezuma o las muchas piezas en museos europeos son, conforme a la ley de 1972, patrimonio nacional.
“Pedir prestado es aceptar, de antemano, que esos objetos les pertenecen, y no es así.”
En entrevista con La Jornada, el investigador dijo que en este gobierno no hay aprecio por la cultura ni por la ciencia, con todo lo que implica, y lamentó el “fuerte golpeteo” a esos ámbitos, “cada vez más evidente, pues se percibe cómo muchas instituciones no cuentan con el presupuesto adecuado”, entre ellas el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Fundador y director entre 1978 y 1982 del Proyecto Templo Mayor, Matos explicó que son muchos los proyectos de investigación detenidos por los recortes presupuestales, lo cual “es una afectación fuerte. Es impresionante ver cómo no se le tiene aprecio a la cultura y a la ciencia”.