Ciudad de México. Abejas monumentales, de entre 1.5 y 3 metros, son una metáfora de la migración en el Museo Nacional de la Estampa (Munae), recinto que reabre hoy con la muestra Polinización, de José Hugo Sánchez.
“La abeja va de flor en flor, viajando con el polen. Entonces, en ese proceso migra y es una especie de vehículo bilateral que cruza las fronteras para intercambiar ideas y abrir reflexiones”, dijo el artista en entrevista con La Jornada.
Desde San Diego, California, su deseo es que sus seres voladores lleguen a la Ciudad de México para “polinizar en medio de esta pandemia que estamos viviendo y lleven una vacuna, metafóricamente hablando”. En este momento de incertidumbre y contradicciones, su trabajo busca curar y reflexionar sobre sanarnos como comunidad, porque “no estamos solos”.
Las obras que representan a los insectos, tan vitales para el equilibrio ecológico, están hechas con piezas de madera recortadas en formas de alas, patas y demás partes del cuerpo de una abeja. Luego, fueron entintadas como se hace con el grabado.
En palabras de Sánchez, artista de origen sonorense y radicado en Estados Unidos, es una incursión tridimensional en un espacio como el Munae, y busca otro formato, diferente a los que exhibe. “Vamos a romper el soporte del grabado, a salir de lo tradicional”.
El museo ha anunciado su reapertura con “estampa que da un salto a la tridimensional”, y anuncia que “tanto el Munae como el artista apostaron por una propuesta novedosa, con un montaje distinto en el que las obras son exhibidas libremente, sin marcos ni acrílicos, además de abordar temas polémicos”.
Narrativas sociales y humanas
A partir del concepto de una abeja, el creador se ha adueñado de un cuerpo para establecer las relaciones sociales y humanas. “Elaboro narrativas que tienen que ver con la migración, los derechos humanos, de las mujeres y de los indígenas. El resultado es un recorrido de varios temas entrelazados con las crónicas que se dan entre fronteras”.
El mismo artista ha sido parte de este proceso de migración, pues nació en Ciudad Obregón, Sonora, en 1962; “llevo el desierto en el alma”. Aunque cuando tenía cinco años sus padres se mudaron a Tijuana, Baja California. Desde entonces, su vida ha transcurrido en ambos lados de la frontera, entre México y Estados Unidos.
“Vivo todas las paradojas y violencias que se dan entre ambos lados, pero también retrato temas de otras fronteras, como los migrantes de Guatemala y Haití.”
Sus abejas migraron en su recorrido hacia la inauguración, este sábado, en el Munae. “Las hice en San Diego, las crucé a Tijuana y desde ahí viajaron a la Ciudad de México”. José Hugo Sánchez hará el mismo recorrido para asistir a la ceremonia simbólica de apertura en el museo ubicado en avenida Hidalgo, en el Centro Histórico, donde el público podrá asistir a la exposición con las obligadas medidas sanitarias.