Nueva York., Los desafíos que enfrenta la farmacéutica estadunidense Pfizer por la cadena de suministro de su vacuna contra el Covid-19, la más cotizada entre los gobiernos por su 95 por ciento de efectividad, jugaron un papel en su decisión de recortar el objetivo de producción en 2020, que pasó de 100 millones a 50 millones de dosis, reportó el diario The Wall Street Journal.
La vacuna se basa en un régimen de dos dosis, es decir, 50 millones son suficientes para inocular a 25 millones de personas. Una vocera de la empresa indicó al rotativo que “ampliar la escala de la cadena de suministro de material ha tardado más de lo esperado”.
El diario detalló que un anónimo involucrado en el proyecto de Pfizer aseguró que “algunos de los primeros lotes no cumplieron con los estándares”, lo que provocó retrasos en la producción. En Estados Unidos se espera que el biológico obtenga la aprobación regulatoria este mes, mientras Reino Unido la autorizó el miércoles.
Se informó que la sustancia del laboratorio estadunidense Moderna generó anticuerpos que persistieron 90 días después de su inoculación, una buena noticia mientras se estudia su autorización en varios países, según un estudio realizado en 34 participantes, publicado en la revista New England Journal of Medicine.
Moderna anunció ayer que prevé disponer de entre 100 y 125 millones de dosis en el primer trimestre de 2021. Entre 85 y 100 millones de ellas se reservarán a Estados Unidos y entre 15 y 25 millones al resto del mundo, agregó.
También reafirmó que 20 millones de dosis estarían disponibles en ese país antes de fin de año.
El presidente de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Volkan Bozkir, inauguró ayer la primera sesión especial del organismo dedicada al Covid-19, la cual calificó de momento histórico para forjar una salida a la pandemia, garantizando que todos en el mundo tengan acceso a las vacunas y se movilicen los recursos financieros para “una recuperación inclusiva y resistente”.
Bozkir comentó que el mundo requiere de la ONU liderazgo y medidas frente “al mayor desafío” que enfrenta el planeta. Señaló que “no es el momento hacer acusaciones” debido a que “nos hemos reunido para forjar un camino y poner fin al sufrimiento de los pueblos a los que servimos.”