“Es hora de que Guerrero sea gobernado por una mujer”, sostuvo la senadora de Morena Nestora Salgado, al anunciar que participará este viernes en el proceso interno por el que su partido elegirá al candidato a la gubernatura de ese estado.

Entrevistada en el Senado, dijo que no busca ese cargo por el poder o el dinero, sino para cambiar la situación de una entidad agobiada por la pobreza y la inseguridad que dejaron crecer los gobiernos del pasado.

Contenderá, entre otros, contra el también senador de Morena Félix Salgado Macedonio –quien busca por tercera vez la gubernatura–, pero confió en poder lograr estar a la cabeza de la encuesta que Morena realizará para nombrar a su candidato, ya que, dijo, como luchadora social conoce a fondo la problemática de la entidad y puede presentar un proyecto de gobierno centrado en pacificar la entidad, erradicar la violencia y lograr el respeto a los derechos humanos.

La senadora Salgado resaltó que su lucha ha sido “desde abajo”, no pensaba participar en política, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador le dio la oportunidad al invitarla al Senado y ahora tiene la posibilidad de competir por la gubernatura de Guerrero, que no va a desperdiciar.

“Hay muchos problemas, mucho retraso, hemos estado en números rojos siempre, impera la delincuencia, el narcotráfico y aunque éstos últimos competen al gobierno federal, yo voy a plantear que se homologuen las policías, que pudiéramos trabajar juntos para consolidar esa paz que se necesita.”

Su propuesta de gobierno, expuso, la conformó con la opinión de las comunidades y se centra en pacificar el estado, lograr la reconciliación, reactivar la economía, garantizar la seguridad para los guerrerenses y para los turistas nacionales y extranjeros que visitan la entidad. Se necesita, resaltó, “que todos nos sintamos seguros al vacacionar en Acapulco” y que se reactiven las inversiones y los empleos.

Quien resulte vencedor, dijo, debe escuchar a los ciudadanos. Recordó que las autodefensas o policías comunitarios tienen 26 años de existir, aunque hasta 2008 fueron reconocidos y surgieron porque las autoridades no hacía caso a las quejas de los guerrerenses.