Santiago. El Parlamento chileno –tanto la Cámara de Diputados como el Senado– aprobó este jueves un proyecto que permite a los cotizantes de los fondos de pensiones realizar un segundo retiro hasta de 10 por ciento de los montos individuales acumulados (con un máximo de 5 mil 500 dólares), iniciativa respaldada abrumadoramente por los congresistas como resultado de la convicción de que la clase media fue abandonada a su suerte por el gobierno en plena pandemia.
El gobierno de Sebastián Piñera, opuesto rotundamente tanto al primer retiro, aprobado en julio, como al segundo impulsado desde septiembre por la oposición, terminó enviando su propio proyecto ante la evidencia de que los parlamentarios de su sector una vez más lo estaban abandonando, con la esperanza de condicionarlo y reordenar sus filas.
Lo logró parcialmente, porque el proyecto original que consistía en una reforma constitucional, fue desechado luego que Piñera lo objetara ante el derechista Tribunal Constitucional, cuya presidencia ejerce una ex principal asesora del gobernante y que tiene la facultad de dirimir en caso de empate.
Pero en su paso, tanto por el Senado como por la Cámara, los legisladores le forzaron la mano a la propuesta oficial: será con exención del impuesto para trabajadores que ganen menos de 1.5 millones mensuales (aproximadamente 2 mil dólares) y sin la obligación de reintegrar los fondos. El pago de la primera cuota deberá ser en 10 días hábiles un vez solicitada y en plazo idéntico la segunda, y no en los 15 que se pretendía.
Los fondos privados de pensiones chilenos, basados en cuentas de capitalización individual, son el único sistema de jubilación al que pueden acceder los chilenos que no sean militares o policías –que tienen regímenes a costa del fisco y con pensiones aseguradas a todo evento–, o bien quienes reciben montepíos o pensiones asistenciales. En los 40 años que llevan vigentes, los fondos acumulan más de 220 mil millones de dólares sin aporte patronal ni del Estado, sólo con la contribución mensual de 10 por ciento del sueldo de los asalariados.
Pero el sistema, que prometió jubilaciones de 60 por ciento de los últimos salarios, paga en promedio unos míseros 150 dólares mensuales, incluso menos a las mujeres, siendo denostado por 90 por ciento de la ciudadanía.
Una encuesta de la firma DataInfluye presentada ayer dice que 78 por ciento de las personas están absolutamente persuadidas de realizar el segundo retiro, aunque eso les signifique quedar “en cero” en sus cuentas, y que 30 por ciento destinará los fondos a pagar deudas; 22, a ahorro e inversión, y 20 por ciento a saldar cuentas y dividendos.
Las empresas administradoras (AFP), que cobran comisiones cercanas a 1.5 por ciento mensual, han ganado más de 5 mil millones de dólares desde su origen y en sólo dos ocasiones sus accionistas registraron pérdidas.
Cuando se efectuó el primer retiro en julio, casi 10 millones de personas retiraron ahorros por 16 mil 500 millones de dólares que fueron vitales para revivir temporalmente el consumo y la demanda interna.