Ciudad de México. Para México resulta “fundamental” sustituir la política prohibicionista del uso de las drogas “que se nos ha impuesto”, por una política regulatoria, que permita el uso uso lúdico y terapéutico, dijo la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien también confió que en breve el Congreso apruebe la Ley Federal para la Regulación del Cannabis.
Al participar de manera virtual en el panel “Regulación de los mercados de drogas en las Américas “, organizado por el Congreso de la República de Colombia, la funcionaria señaló que esta política prohibicionista, que llevó al país a declarar una guerra al narcotráfico, “ha costado mucho, demasiado” a la sociedad mexicana, y ha cobrado con decenas de miles de vidas humanas. “Es esencial ponerle punto final a una guerra que nunca debió haberse desatado”, dijo.
Además, reconoció que la política sobre las drogas siempre ha sido un asunto polémico, pero que a lo largo de los años se ha comprobado que el combate frontal, identificada como guerra contra el narcotráfico, ha ocasionado mucho dolor, muertes y numerosas violaciones a los derechos humanos. “Es una realidad ampliamente conocida por nuestros dos países”, dijo en el foro del congreso colombiano.
En su intervención, recordó que como senadora de la República, previo a su llegada a la Secretaría de Gobernación, propuso la ley federal para la regulación de la mariguana, la cual está por discutirse y aprobarse en el Congreso.
Dijo que esta iniciativa tiene cinco ejes fundamentales y rectores: justicia social, enfoque de salud pública, la libertad, la despenalización, y como consecuencia de ello, la pacificación del país.
Incluso, expresó que al proponer la despenalización de la siembra y el cultivo de la mariguana, con fines terapéuticos, industriales y lúdicos, así como “regular la cadena completa de producción, distribución y consumo”, lo hizo con el objetivo de que miles de campesinos víctimas de la delincuencia organizada puedan obtener permisos de siembra y tengan aseguradas la compra del producto por agentes autorizados para ellos.
Asimismo, reconoció que no hay evidencia contundente del impacto que tendrá la despenalización y comercialización de la mariguana en los índices de violencia delictiva. Y aunque hay datos que puedan apuntar en un sentido positivo, hay otros indicadores que apenas sugieren un efecto marginal.
“Pero de lo que no tengo duda que la regulación quitará del horizonte de vida de miles de campesinos, ejidatarios, comuneros, o pequeños propietarios rurales, una espada de damocles, una amenaza que hoy pende sobre sus cabezas y ahí entra la acción del crimen organizado y no organizado para presionar, extorsionar o someter a la violencia a los productores del campo, que tradicionalmente han sido victimizados y revictimizados por el hecho de sembrar y producir la Cannabis”, dijo.