Ciudad de México. Ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el canciller Marcelo Ebrard advirtió que habrá una crisis económica importante, que a la región de América Latina y el Caribe llevará a una caída de 9 puntos del PIB y la pobreza crecerá en casi 38 por ciento, además de que acentuará las desigualdades en general.
Ante ello, dijo, se debe dar un acuerdo respecto a las deudas existentes en los países, para que más allá de quitas a los intereses, se establezcan medidas de fondo para reducir la carga de la deuda, que va a ser todavía más relevante para los países más pobres, los que tienen menos ingresos relativos.
El canciller habló a nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) -integrada por 33 países-en una grabación que dio a conocer el representante mexicano, Juan Ramón de la Fuente, durante la sesión extraordinaria de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas en respuesta a la pandemia del covid-19.
Ahí, Ebrard señaló que si el mundo antes era desigual, ahora lo será más, “si antes era una exigencia evidente acelerar la acción climática, pues hoy sabemos, si queremos evitar muy graves dificultades, tenemos que acelerar la acción climática”.
Agregó que superar la pandemia y lo que vendrá después, así como el esfuerzo de recuperación económica y social, van a requerir una gran coordinación global, un reforzamiento del multilateralismo y una limitación al ver cada cual por lo suyo. Ante la presión pública por las vacunas o los tratamientos, debe haber más cooperación, planteó.
Sostuvo que la crisis no sólo es sanitaria, “tiene un gran impacto económico y social, que significa un retroceso en el avance ante los objetivos que nos hemos propuesto en la agenda 2030, y por eso tenemos que trabajar en conjunto”.