Ciudad de México. Tras implementar como eje de su gobierno el combate a la corrupción y la austeridad, el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó el ahorro de un billón 300 mil millones de pesos en compras y contratos en los dos primeros años de su administración, además de “reducir al mínimo el robo de combustibles y disminuir drásticamente la defraudación fiscal y otras prácticas dañinas que proliferaban en la hacienda pública en el antiguo régimen”.
Al rendir lo que fue el octavo informe de su gestión, subrayó la implementación “con eficacia” de estrategias para hacer frente a las crisis sanitaria y económica por la irrupción de la pandemia de Covid-19, así como el cumplimiento de 97 de los 100 compromisos que prometió hace dos años.
Sólo faltan “o están en proceso tres: descentralizar el gobierno federal, impulsar el desarrollo de fuentes de energías renovables mediante la rehabilitación de las hidroeléctricas y conocer la verdad acerca de la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa”, pero aseguró que se han hecho “muchas cosas más”, como obras de infraestructura y la limpia de corrupción de Conagua, Capufe, Instituto Nacional de Migración, aduanas, Administraciones Portuarias Integrantes y del Servicio de Administración Tributaria.
En el patio central de Palacio Nacional, el mandatario subrayó: vamos “saliendo del hoyo”, porque la economía empieza a crecer y se han recuperado 555 mil 600 empleos formales, del millón 117 mil 584 perdidos.
Destacó que “enfrentar la crisis económica ha sido menos doloroso y complejo que luchar contra los contagios” de Covid-19, porque “nos ha resultado muy útil desechar las recetas económicas aplicadas durante el periodo neoliberal, empezando por la estrategia de endeudar al pueblo para rescatar a los de arriba, como se hizo cuando el Fobaproa”.
Ahora, sostuvo, es diferente, porque no se recurrió a nuevos préstamos, y “todos los recursos liberados se destinan de manera directa, sin intermediarios, a la base de la pirámide social, para que de ahí suban a los estratos superiores; es decir, se da preferencia a los pobres y a los integrantes de las clases medias”, tras la aplicación de una política económica “fincada en la moralidad”.
López Obrador aseguró que con la irrupción del Covid-19, en lugar de “quedarse con los brazos cruzados”, su gobierno, tras haber heredado un sistema de salud en ruinas, “minado por la corrupción”, realizó obras de infraestructura sanitaria, brindó capacitación y contrató a trabajadores de la salud para hacer frente a la pandemia; asimismo, destacó a los directivos encargados de conducir toda la estrategia, para no vernos “rebasados”. También se ha procurado que “a ningún enfermo le falte atención médica y hospitalaria, y hemos salvado miles de vidas”, señaló, e hizo mención de que “esta terrible enfermedad” ha causado la muerte de más de 100 mil personas.
Remesas, “milagro social”
Destacó el apoyo de empresas, fundaciones y hospitales privados para atender a enfermos de Covid y de otros padecimientos en medio de la emergencia, así como las relaciones establecidas con farmacéuticas y gobiernos internacionales para obtener y aplicar lo más pronto posible la vacuna contra el coronavirus.
Señaló que se fortaleció el ingreso de las mayorías y se evitó la caída del consumo de alimentos y de otros bienes de primera necesidad, por lo que consideró “una especie de milagro social” las remesas de migrantes en Estados Unidos, más de 10 por ciento que el año pasado, lo que llevará a una suma récord de 40 mil millones de dólares, en beneficio de 10 millones de familias, que están recibiendo en promedio 350 dólares mensuales.