Washington. Cada día más aislado en su cruzada para desafiar la victoria de Joe Biden en las pasadas elecciones presidenciales de Estados Unidos, Donald Trump evoca abiertamente la posibilidad de presentarse de nuevo a la relección en 2024.
"Han sido cuatro años increíbles. Estamos tratando de hacer otros cuatro años (de mandato). De lo contrario, los veré en cuatro años", dijo Trump el martes en la noche, durante una fiesta navideña en la Casa Blanca.
El evento, al que asistieron funcionarios del Partido Republicano, no estaba abierto a la prensa, pero poco después empezó a circular un vídeo del discurso del mandatario.
Casi un mes después de las elecciones del 3 de noviembre, Trump sigue negándose a admitir la derrota ante el demócrata Joe Biden.
Recluido en la Casa Blanca, limita sus apariciones públicas tanto como sea posible, de tal manera que la única comunicación presidencial han sido furiosos tuits sobre supuestos fraudes electorales, que hasta ahora no han sido sustentados con evidencia, y que incluso algunos de sus aliados refutan.
"No hemos visto algún fraude cuya magnitud fuera capaz de cambiar el resultado de las elecciones", dijo el martes el fiscal general, Bill Barr. Las palabras de este ultraconservador de 70 años cobran aún más relevancia si se tiene en cuenta que forma parte del círculo cercano de Trump.
En este extraño clima en el que el próximo presidente prepara su equipo y el actual transmite, cada vez más solo, teorías de conspiración, Washington especula sin cesar.
Según la cadena NBC, Trump evocó con familiares y amigos la posibilidad de anunciar el lanzamiento de su campaña presidencial para 2024 el 20 de enero, el mismo día que Biden prestará juramento para asumir su cargo, un evento al que el mandatario saliente no asistiría.
Como antecedente, el 20 de enero de 2017, el día en que el magnate republicano asumió la presidencia, presentó una solicitud para una nueva candidatura en 2020.
Fiel a su gusto por la provocación, este año también podría aprovechar la oportunidad para usar una receta que le gusta especialmente: la contraprogramación.
En varias ocasiones durante su mandato, boicoteó la cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca organizando un mitin de campaña esa misma noche.