Nueva York. La pandemia del Covid-19 provocará que unos 235 millones de personas en el mundo necesiten asistencia humanitaria en 2021, lo que significa un incremento de 40 por ciento en apenas un año, alertó ayer la Organización de Naciones Unidas (ONU), que pidió unos 35 mil millones de dólares para apoyar a los más necesitados el próximo año.
“Si todos los que necesitarán ayuda humanitaria en 2021 vivieran en un país, sería la quinta nación más grande del mundo”, afirmó el jefe de ayuda de la ONU, Mark Lowcock. “La pandemia ha causado estragos en los países más frágiles”.
El organismo mundial estableció 34 planes de respuesta humanitaria que cubren 56 países en 2021. El objetivo es ayudar a 160 millones de los 235 millones de personas que calcula serán las más vulnerables por el hambre, los conflictos y los impactos del cambio climático y la pandemia del Covid-19.
“Nuestro objetivo siempre es llegar a unos dos tercios de los necesitados porque, por ejemplo, la Cruz Roja intentará cubrir la brecha restante”, explicó Lowcock.
El funcionario añadió que este año los donantes dieron una cifra récord de 17 mil millones de dólares para financiar operaciones humanitarias y los datos mostraron que la ayuda llegó a 70 por ciento de las personas objetivo.
Una de las principales preocupaciones de Lowcock es evitar las hambrunas en Yemen, Afganistán, el noreste de Nigeria, Sudán del Sur, la República Democrática del Congo y Burkina Faso.
En tanto, Nadia Murad, Nobel de la Paz, advirtió que la pandemia ha aumentado el tráfico de mujeres y la violencia de género.
Los toques de queda, las cuarentenas y las restricciones de viaje impuestas por los gobiernos para evitar la propagación del nuevo coronavirus “han tenido consecuencias no deseadas en mujeres de todo el mundo”, señaló la activista, de 27 años, quien fue esclava sexual de combatientes del grupo extremista Estado Islámico en Irak.
“Los pocos recursos dedicados a la prevención, rescate y rehabilitación se están agotando”, afirmó Murad. “Ahora, para muchas víctimas es difícil tener acceso a apoyo sicológico y atención sanitaria”.
Murad, quien pertenece a la minoría yazidí de Irak, fue una de las miles de mujeres y niñas capturadas y obligadas a la esclavitud sexual por los extremistas del EI en 2014. Su madre y seis hermanos fueron asesinados por la milicia radical. Se convirtió en activista tras huir y encontrar refugio en Alemania, y en 2018 compartió el premio Nobel de la Paz.
Según Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU Mujeres, 72 por ciento de las víctimas de trata detectadas en el mundo son mujeres y niñas, y 77 por ciento de las identificadas como sobrevivientes fueron víctimas de explotación sexual.