La reforma a leyes del trabajo que abrieron la puerta a la subcontratación, legado de Felipe Calderón Hinojosa –autopromovido como presidente del empleo– han dejado un boquete en la participación de las retenciones de sueldos y salarios como parte de la recaudación de impuesto sobre la renta (ISR), de acuerdo con información oficial.
Mientras en 2012 las retenciones salariales representaron 49.7 de cada 100 pesos recaudados por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en ISR, en todo 2019 representaron 44. 7 pesos de cada 100 y entre enero y septiembre de 2020 concentran 45.7 por cada 100 captados por este impuesto, exhiben los reportes trimestrales de la SHCP.
Los cambios normativos tampoco modificaron las tasas de desocupación nacional luego de la aprobación del outsourcing, que tanto en 2012 como al año siguiente fueron de 4.9 por ciento promedio, consta en los registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); mientras la informalidad se redujo un punto porcentual en ese mismo periodo, de 60 por ciento de la fuerza de trabajo a 59 por ciento.
Luego de la presentación de una iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador para poner fin a los esquemas abusivos de subcontratación –también presentes en el sector público– y la defraudación fiscal que conllevan, y el subsecuente cabildeo de las cámaras empresariales para moderar los cambios propuestos, esta legislación está a la espera de ser aprobada en la Cámara de Diputados.
Un estudio que el SAT encargó al Departamento de Estadística, Matemática y Cómputo de la Universidad Autónoma de Chapingo, exhibe que en el país había más de 6 mil empresas que contratan a 7 millones 600 mil trabajadores bajo esquemas abusivos de outsourcing.
El documento de trabajo exhibió que entre 2017 y 2018, la evasión fiscal vinculada con la contratación de personal, ya sea subregistrando ingresos, ocultando la relación o no enterando a las autoridades de los salarios sumó 82 mil 589 millones 630 pesos en ISR. Sólo en 2017, entre la subdeclaración de salarios y la omisión se encontraron faltantes de 44 mil 768 millones de pesos para las finanzas públicas.
Si bien el impuesto asociado al trabajo se considera regresivo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos evidencia que los impuestos como parte del costo laboral en México se ubican entre los más bajos, sólo detrás de Chile y Nueva Zelanda. Al sumar prestaciones y sueldos, los ingresos de los trabajadores mexicanos son los más bajos entre los países que conforman el organismo.