Guatemala. Miles de indígenas bloquearon ayer al menos seis importantes tramos carreteros en el oeste de Guatemala, en la más reciente manifestación para exigir la renuncia del presidente Alejandro Giammattei.
“El presidente en su forma de hablar es muy prepotente y en el Congreso se guían más por sus bancadas y sus necesidades que no van acorde a las de nuestro país”, declaró a una radio local Santiago Cux, uno de los líderes de las protestas.
El Congreso, dominado por oficialistas, se vio obligado a anular un controvertido presupuesto para 2021, el más alto de la historia, en medio de protestas de que beneficiaba a sectores empresariales en detrimento de financiamiento para salud, educación y combate a la pobreza.
Las manifestaciones han continuado con pedidos a que el presidente renuncie, al ser criticado también por una mala gestión de la pandemia del Covid-19.
El vocero de la estatal Unidad Ejecutora de Conservación Vial, Juan Carlos Aquino, señaló que cuatro tramos de la carretera Interamericana están bloqueados con piedras o vehículos pesados. Pobladores cercanos de otras dos comunidades mayas se unieron a la protesta.
Al igual que las recientes protestas de los dos últimos fines de semana en la capital, los indígenas reclaman la depuración del Congreso, la renuncia del ministro de Gobernación, Gendri Reyes, de la fiscal general, Consuelo Porras y del director de la Policía, José Tzubán.
Rigoberta Menchú, Nobel de la Paz, criticó hace unos días que el gobierno no incluyera a los indígenas en el diálogo convocado para resolver la crisis que vive el país.
Asentados principalmente en el occidente del país, los indígenas representan 43 por ciento de los casi 17 millones de habitantes de Guatemala, pero suelen protestar por ser discriminados y marginados. En algunas comunidades la pobreza supera 80 por ciento, según cifras oficiales.
Además, en los pueblos autóctonos se concentra la desnutrición crónica que afecta a casi 50 por ciento de los niños menores de cinco años, el índice más alto de América Latina.
Las manifestaciones para exigir la renuncia de Giammattei, político conservador de derecha que asumió el poder en enero, comenzaron el sábado 21 de noviembre en la plaza ubicada frente a la antigua sede de gobierno en la capital. Si bien al principio se desarrollaron de manera pacífica, fueron incendiadas varias oficinas del Parlamento.
En tanto, ayer afuera del Congreso, cuando los diputados concluían su periodo ordinario de sesiones, un grupo de encapuchados quemó llantas y con un autobús del transporte público bloqueó calles aledañas al recinto, sin que se reportaran más incidentes, informó Prensa Libre en su portal.