Nunca en la historia de la humanidad niñez y juventud habían sufrido una agresión tan despiadada como la que hoy reciben a diario de los medios electrónicos, comprometidos con manipular y descerebrar. Por ello conmueve que aún queden centros educativos dispuestos a promover la reflexión en voz alta de temas tan evitados como la condición mortal del ser humano, antes, durante y después de pandemias, honrando la apertura académica y la inteligencia de alumnos y padres.
En días pasados el Instituto Thomas Jefferson campus Santa Mónica convocó a una mesa redonda en línea desde su flamante estudio de radio, titulada “Una nueva cultura ante las pérdidas”, con la participación del director del plantel, John Kelly, la subdirectora Nora Torres, la maestra Yoanna Asenjo, jefa de la Academia de Humanidades y el que esto escribe, coordinados por Paola Ordorica. La mesa tuvo una nutrida participación del alumnado y de sus padres, convocándose, además, a un concurso de ensayo sobre el tema. Aquí algunos párrafos de los tres mejores trabajos de preparatoria.
Valeria Machuca Vázquez: “La muerte la vemos en televisión, en periódicos y redes sociales, la frivolizamos porque creemos que en el mundo y nuestros alrededores mueren los otros, o los nuestros, pero nosotros no... Damos muchas cosas por sentado sin darnos cuenta de que vivimos en una pérdida constante... Un día más es un día menos, cada día que vivimos es un acercamiento al final, pero, ¿realmente hay un final?”
Andrea Borbolla Osuna: “¿Qué pasa cuando el duelo se vuelve colectivo? Hay un duelo que vive nuestro país y que ha vivido durante años, pero ante pérdidas diarias a manos de la violencia y hoy de una pandemia, pero México ha preferido hacer en la esfera política lo que practicamos en la individual: omitimos las despedidas, las convertimos en tabú, en lo ajeno…Vivimos en el consumismo como si la posesión material permitiera negar nuestra mortalidad comprando, consumiendo y depredando”.
Paulina Plácido: “Si hay algo que absolutamente todos los seres vivos compartimos como parte del destino escrito en nuestra vida, eso es la muerte. Nunca me había percatado de lo importante y significativo que es el abrir un espacio para reflexionar sobre este tema que siempre ha predominado y predominará en el mundo porque es quizá el único fenómeno seguro cuando se trata de vivir”. Emocionan estas jóvenes.
