Sakhir. Lewis Hamilton emergió victorioso en un accidentado Gran Premio de Bahréin, en el que Romain Grosjean sobrevivió milagrosamente a un escalofriante choque con tan sólo quemaduras leves en manos y tobillos, luego que su monoplaza quedó envuelto en una bola de fuego durante la primera vuelta.
El siete veces campeón mundial de la F1 estuvo acompañado en el podio por los dos pilotos de Red Bull, el holandés Max Verstappen y el tailandés Alexander Albon; este último se benefició por el abandono del mexicano Sergio Pérez –quien ocupaba esa posición a cuatro giros para el final– debido a una rotura del motor de su Racing Point.
Desde el hospital y con las manos vendadas, Grosjean subió un video en su cuenta de Instagram. “Hola a todos, sólo quería decir que estoy bien, bueno, más o menos bien. Muchas gracias por todos los mensajes. Hace algunos años no estaba a favor del halo (un aro metálico que protege la cabeza de los pilotos), pero creo que es lo más grande que se ha traído a la Fórmula Uno y sin él no sería capaz de poder hablar con ustedes hoy (ayer)”.
Espectacular accidente en el GP de Bahrein
Sakhir, Baréin. 29 de noviembre de 2020. En la primera vuelta del Gran Premio de Banrein de Fórmula 1 y a la salida de la tercera curva, el monoplaza del piloto francés Romain Grosjean salió de la pista tras un contacto entre una de sus ruedas y una de Kvyat, golpeando a toda velocidad las barreras de seguridad. En el impacto el chasis se partió en dos y la gasolina salió, lo que provocó un incendio, pero el piloto de 34 años fue capaz de salir y alejarse del fuego para acudir a una ambulancia. Sufrió "quemaduras ligeras en las manos y en los tobillos" pero va bien, anunció rápidamente su equipo en los medios. Fue llevado al hospital en helicóptero. Luego anunciaron "posibles fracturas en las costillas". La carrera se interrumpió con bandera roja pero se reanudó después. (Afp)
El piloto, de 34 años, se salió a toda velocidad de la pista tras tocarse con el ruso Daniil Kvyat (AlphaTauri) y estrelló su Haas contra una barrera. Las llamas cubrieron el bólido, que quedó partido en dos.
Más allá de la undécima victoria esta temporada (en 15 carreras) de Hamilton, lo que permite al británico seguir optando a igualar el récord de 13 triunfos en un mismo campeonato, en poder de Michael Schumacher, la carrera estuvo marcada por el accidente del francés.
Las cámaras de televisión mostraron al veterano piloto salir del habitáculo de su monoplaza y alejarse por su propio pie, aunque tambaleante, de las llamas.
El francés confirmó por radio que estaba bien, antes de subirse al coche médico para ser examinado, siguiendo el protocolo que lo trasladó a un hospital militar.
“Romain Grosjean quedará en observación toda la noche para ser tratado de quemaduras en el dorso de ambas manos”, explicó el equipo Haas en un nuevo parte médico difundido a través de las redes sociales; “no sufre fracturas”, precisó la escudería.
“Los comisarios de pista y los operarios de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) han hecho un trabajo extraordinario”, dijo el director técnico de Haas, Günther Steiner.
A los veteranos de la Fórmula Uno, las imágenes del accidente recordaron al que sufrió el austriaco Niki Lauda en el circuito de Nürburgring (Alemania) en 1976 o al de su compatriota Gerhard Berger en Imola (Italia) en 1989.
“Es un milagro que esté vivo”, comentó el ex piloto británico Damon Hill.
La FIA calculó que las llamas provocadas por este impacto fueron más de 130 veces superiores a las que salen de un avión en el momento de despegar.
“Todos los sistemas que hemos desarrollado, el halo, las barreras de protección, los cinturones, han funcionado como está previsto”, se felicitó Van der Merwe, piloto del coche médico desde 2009.
El presidente de la máxima categoría, Jean Todt, tuiteó por su parte: “Gracias al doctor Ian Roberts (médico del coche medicalizado) y a los equipos de la FIA por su valiente intervención y eficacia. Siempre hemos dado prioridad a la seguridad y seguiremos haciéndolo”.
Pudo ser peor
Tras su victoria, Hamilton, comentó: “Fue una imagen tan impactante de ver. Terrorífico. Pudo haber sido peor. Cada vez que me subo al auto, sé que me estoy arriesgando. Yo respeto los peligros que hay en este deporte”.
Sergio Checo Pérez, quien iba en el tercer puesto, sufrió la explosión del motor de su bólido en las últimas vueltas.
“Para mí, un podio más, un podio menos. No importa. Lo más importante del día es que @RGrosjean está con nosotros”, escribió el jalisciense en Twitter.
El último accidente mortal en la F1 fue el del francés Jules Bianchi, quien chocó contra una grúa en el GP de Japón en octubre de 2014. Su compatriota Anthoine Hubert perdió también la vida en otro accidente en Bélgica en 2019 en Fórmula 2, la categoría inferior.
La carrera de ayer fue inmediatamente interrumpida y se dio una nueva salida una hora y media después, pero el drama volvió inmediatamente cuando el Racing Point de Lance Stroll se volcó luego de un contacto con Kvyat. El canadiense salió ileso y se desplegó el coche de seguridad para poder retirar su monoplaza, mientras el ruso recibió una penalización de 10 segundos.
El británico Lando Norris (McLaren) y el español Carlos Sainz (McLaren), quien remontó desde la plaza 15, acabaron cuarto y quinto, respectivamente.
El francés Pierre Gasly (AlphaTauri), el australiano Daniel Ricciardo (Renault), el finlandés Valtteri Bottas (Mercedes), quien sufrió dos pinchazos; el galo Esteban Ocon (Renault) y el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) completaron el top 10 en la carrera nocturna que se corrió en Sakhir.
Se disputará otra carrera en Bahréin el domingo próximo –en un circuito más corto en Sakhir– previo a que la temporada de 17 carreras concluya en Abu Dabi.
El Gran Premio de Baréin, 15ª carrera de la temporada Fórmula Uno, se realizó en 57 vueltas al Circuito Internacional de Baréin, en Sakhi. Vía Graphic Bews.