Ciudad de México. León se presenta como un durísimo obstáculo para las Chivas en el Guardianes 2020, pero que un equipo integrado sólo por mexicanos haya dado cuenta del América, su acérrimo rival e importador nato de futbolistas, es un bálsamo para el ánimo de los juveniles, en una época en la que las directivas de la Liga Mx tienen casi por ley comprar futbolistas de todas latitudes y abandonar las canteras.
El Rebaño estuvo durante todo el certamen en el ojo de huracán con casos de contagios por Covid, de bajas por lesiones y sonados hechos de indisciplina. El drástico castigo determinado por Amaury Vergara y Ricardo Peláez demostró ser la fórmula mágica para restablecer el orden… ¡Y pensar que Cristian Calderón fue mencionado en la investigación por agresión sexual presuntamente cometida por Dieter Villalpando!
Para su fortuna, el apodado Chicote quedó deslindado. El jugador nayarita estaba predestinado a ser el héroe en los cuartos de final. Como a Rosita Alvírez, nomás tres tiros le dio al América. Miguel Herrera nunca supo descifrar el planteamiento del Rey Midas, pero además Víctor Manuel Vucetich tuvo dos aliados en la cancha: la experiencia de Oribe Peralta, quien corrió como un novato, y el capitán Jesús Molina, veterano de mil batallas.
No hay mal que por bien no venga. Las bajas por castigo se sumaron a los lesionados –Alexis Vega, JJ Macías y Jesús Angulo–; eso abrió la puerta a otros. El Chicote Calderón y Ronaldo Cisneros estaban contemplados para ir al Tapatío de la Liga de Expansión, pero no sólo se quedaron en Chivas, sino que Vucetich atrajo también a Adrián Villalobos, Alan Torres, Óscar Macías e Irving Márquez.
Es alentador ver que en tiempos calamitosos algunos equipos orillados por las circunstancias están resucitando a sus fuerzas básicas y el resultado es mejor de lo esperado. Pumas, que dejó en la vera al Pachuca, tiene el claro ejemplo con Erik Lira, veinteañero que es titular. El técnico Andrés Lillini, no obstante, está ante el reto de mejorar mucho ante La Máquina para poder instalarse en la gran final.
El horizonte auriazul luce incierto, pues con gran dosis de suerte, el equipo del Pedregal avanzó a semifinales gracias al tanto marcado en el juego de ida y porque los Tuzos se cansaron de fallar en el tiro a gol ayer en CU. A Pumas le falta punch, sin embargo, la directiva ya está en tratos para transferir al paraguayo Carlos González, le urge allegarse recursos… No acaba de cuajar un cuadro cuando ya lo están desmantelando.
Morboso placer produce ver al debilucho derribar a un favorito, lo hizo Puebla ante Monterrey, pero el sueño sucumbió ante el superlíder León. Los dirigidos por Ignacio Ambriz no tuvieron que emplearse a fondo para bajar de la nube a La Franja, sobrellevaron la desnivelada contienda con desidia, ni parecía un juego de liguilla. El vértigo del Rebaño Sagrado puede resultar veneno para el parsimonioso líder.
Las Águilas tendrán que hacer un examen de conciencia. Miguel Herrera equivocó la planeación del torneo, se concentró en la renovación de su contrato y en su capricho de dar trabajo a familiares y amigos; no reparó en que tenía un plantel insuficiente, con carencias en todas las líneas. Resultó patético ver a Nicolás Benedetti deambulando penosamente, ya sin opción de cambio, y ni hablar de Gío dos Santos.
La repesca, en síntesis, cumplió su objetivo, sirvió para que las televisoras se embolsaran algo y dio un poco de vida artificial a Camoteros y Tuzos. Tan raspados salieron los Rayados que Antonio Mohamed fue cesado. El 2020, si cabe aún más, fue un pésimo año para el Monterrey y Duilio Davino tampoco se salva. A la directiva de Bravos se le agotó la paciencia con Gabriel Caballero y Luis Fernando Tena llegó al quite.
La liguilla femenil tendrá cuatro semifinalistas este lunes. Tigres, Monterrey y Atlas son claros favoritos frente a Pachuca, Pumas y Querétaro. El duelo más nivelado será entre América y Chivas, cuya directiva dubita sobre si abre de nuevo el graderío. La muerte de Diego Maradona impactó más allá del futbol, las dimensiones del crack argentino toman proporciones insospechadas todavía difíciles de imaginar.