Con la participación de la soprano María Katzarava se realizará, del 30 de noviembre al 6 de diciembre, el diplomado teórico práctico La Ópera Mexicana Creación y Tradición Siglo XIX, en el que se estudiará cómo ese género fue espacio de libertad para las mujeres y herramienta crucial en la creación de la idea de nación del México posindependiente.
La investigadora y doctora en Artes Escénicas Enid Negrete, quien coordina el diplomado en colaboración con la Escuela Superior de Música Fausto de Andrés de Aguirre, asegura que, contrario a lo que se cree, la ópera en el país no ha sido un arte sólo para las élites o clases acomodadas. Estudios sobre el siglo XIX mexicano muestran que era un espectáculo muy popular, que no sólo se presentaba con regularidad en numerosos teatros a lo largo del país, sino que también convocaba a una amplia diversidad de clases sociales y, sobre todo, fue crucial en la creación de la idea de nación tras la Independencia de la corona española.
Negrete explicó que “la complejidad musical del siglo XIX en México pasa por una época de invasiones, de un imperio frustrado, del inicio de una idea de país distinta a la que se había formado durante el virreinato y el inicio de tradiciones de nuestra música vernácula, como el mariachi, entre otras tradiciones populares en los estados de la República Mexicana, cuando la música era forma importante de subsistencia”.
La también autora del libro Con el sol de México en la voz: los artistas mexicanos en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona 1870-2017 sostiene que “la cantidad de teatros que se hicieron en el siglo XIX evidencia el lugar mucho mayor que tenía la ópera, cuyo momento cumbre se dio en el porfiriato y ya entrado el siglo XX, tras el comienzo de la Revolución Mexicana; incluso, hubo una compañía de ópera para obreros. Es decir, hay hechos que confirman cómo nuestra tradición operística ya estaba afianzada, pero no hemos dado suficiente apoyo a los compositores mexicanos para mostrar su obra”.
El propósito del diplomado es mostrar la función del arte lírico como herramienta de civilización en un país que todavía se consideraba “tierra salvaje”.
De acuerdo con la coordinadora del diplomado, “pocos saben que la ópera fue por excelencia un espacio de libertad para las mujeres, porque no se requería permiso del padre ni del esposo para trabajar en el teatro, que dio lugar a muchas madres solteras; además, las artistas de carrera no tenían la necesidad de casarse, en un tiempo en el que la mujer tenía pocos derechos.
“También fue un refugio laboral para mujeres de bajos estratos, quienes encontraron una oportunidad para no caer en la calle”, agrega la especialista, radicada desde hace 18 años en España.
El curso corresponde al segundo de tres módulos que integran el Diplomado de Ópera Mexicana. En esta ocasión se contará con la participación de María Katzarava, la soprano mexicana de mayor proyección internacional, quien realizará un estudio personalizado del personaje de Ildegonda, de la obra homónima de Melesio Morales.
Entre los ponentes del diplomado figuran Alberto Pérez Amador, César Zayas, José Antonio Robles, Magda Rey y Yael Bitrán.
Para obtener más información sobre el diplomado, puede visitar la página www.opera.mexicana.esmufaa.edu.mx, en el teléfono (221) 277 2131 y en el correo opera.esmufaa@igc.edu.mx
