Guadalajara, Jal., Las diferencias públicas del gobierno de Jalisco con el gobierno federal se ahondaron durante la inauguración de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

Los discursos del gobernador Enrique Alfaro, del presidente de la FIL, Raúl Padilla, y del rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Ricardo Villanueva, hicieron mención a diferendos presupuestales con el presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque sin llamarlo nunca por su nombre.

El gobierno federal, sin decir una palabra, mostró su desdén al no enviar a la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, o a algún otro representante, pese a que se trató del único acto presencial en los nueve días de una feria que en su edición 34, y debido a la pandemia, se transmite sólo por medios electrónicos.

El 13 de noviembre pasado, en su conferencia mañanera, López Obrador criticó a la FIL, a Padilla y a Alfaro. Al encuentro literario porque, según el presidente, las últimas ferias han estado “dedicadas en contra de nosotros”; a Padilla, por ser “líder histórico” del grupo político que domina la UdeG (desde 1989, cuando inició su rectorado), y al gobernador Alfaro, del partido Movimiento Ciudadano, por pertenecer al bloque de “conservadores” en la Alianza Federalista y llevarse ahora muy bien con Padilla, a quien años atrás había denostado.

Los desacuerdos públicos por la FIL comenzaron cuando en octubre la feria recibió, con un discurso de su presidente Raúl Padilla, el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2020, en el cual hizo un llamado a “defender los libros de los gobiernos populistas que hoy amenazan nuestra herencia liberal y ponen en riesgo la democracia”, lo cual hace un par de semanas fue retomado por López Obrador.

“Me llamó muchísimo la atención un renglón: ‘Debemos defender al libro del populismo’. Pero es la decadencia, no sólo de México, de las universidades, de la intelectualidad, de los que otorgan estos premios”, señaló López Obrador.

“Sonreír ante lo ridículo”

Aunque en su momento la FIL respondió en un comunicado que se trata de una feria en la que caben todas las corrientes ideológicas y en la cual personajes afines a la Cuarta Transformación han participado en ella, la respuesta en grupo de los señalados por López Obrador se dio este sábado en la inauguración, realizada en el campus de Ciencias Económicas y Administrativas de la UdeG, a puerta cerrada y sólo con la presencia de televisoras públicas que lo transmitieron.

“En educación, ciencia y cultura, la crisis del Covid-19 empeoró la ya tendencial disminución del presupuesto mexicano en esos rubros. Es cierto que las finanzas públicas nunca habían estado tan devastadas como ahora y no será fácil recuperar el nivel previo de ingreso público, pero hay mucha preocupación de que no sea temporal y sí una política que llegó para quedarse”, dijo Padilla.

“En estos tiempos aciagos en lo que lo peor de nuestro pasado aparece todos los días muy temprano disfrazado de futuro prometedor, en que los dichos valen más que los datos, en que la verdad y la mentira se confunden, tiempos en los que el libro, la ciencia y la academia son ignorados, atacados y desplazados por dogmas de fe, estamos obligados a dar una batalla por la defensa de las ideas y de la nación.

“Los libros hacen que las mentiras tengan fechas de caducidad; dentro de ellos yacen las ideas que pueden derrumbar el engaño, y eso, precisamente eso, enfurece a los totalitarios, a los identitarios, a los fundamentalistas, a los que quieren abrir las ideas de un pasado que nos duele, para convertir el odio de las personas en capital político.

“Por eso, cuando los ‘liberales’ (entrecomilla con sus dedos) que pretenden reconstruir la nación con guías morales le dicen a la FIL conservadora, lo único que hay que hacer es sonreír ante lo ridículo”, lanzó Alfaro.

“Respecto del debate sobre el espíritu crítico de esta feria, leí un maravilloso artículo del editor Luis Jorge Arnaud, que lo encabezaba diciendo: ‘Ando entre encanijado y desilusionado por ciertos comentarios presidenciales ahora contra la FIL de Guadalajara’. Yo le diría a don Jorge, después de haber leído cientos de comentarios similares, que cuando alguien critica la FIL no hay que enojarse ni desilusionarse (...) Bienvenidos sean a la FIL donde desde hace 34 años se vale criticar”, refirió el rector Villanueva.

Pérdidas y romanticismo

Que la FIL sea virtual evitará una derrama económica en la ciudad calculada en alrededor de 700 millones de pesos, sin contar los 28 millones de déficit calculado por los organizadores.

Considerada la más importante de habla hispana y la segunda en el mundo, la feria reunió el año pasado a casi 830 mil visitantes, más de 800 autores, 20 mil profesionales del libro y a 2 mil 400 sellos editoriales de 48 países.

Oportunidad para un mercado asfixiado

Juan Luis Arzoz, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, quien también estuvo presente en la inauguración, agradeció que dentro de la feria editorial se abriera la plataforma para un mercado que ayude en algo a la asfixiada cadena del libro, la cual este año ha tenido un decremento de alrededor de 30 por ciento.

“Aunque la tecnología nos brinda un sinfín de posibilidades, la nostalgia por el olor a libro nuevo y el contacto con el papel siempre permanece”, apuntó luego de desear éxito a esta edición especial de la FIL “en nombre de los editores mexicanos”.

En su discurso, Raúl Padilla agregó que esta edición de la FIL estaba dedicada a las víctimas de Covid-19, y pidió crear un “círculo virtuoso” con la compra de libros en línea a través de la plataforma en la página www.fil.com.mx, pues este año se ha extendido el cierre de librerías por la cancelación de ferias y contratos, con considerables pérdidas para quienes dependen del libro.

El gobernador Alfaro, entre otros señalamientos sin mencionar al destinatario, hizo un comentario que rápidamente corrió como fuego en redes sociales: “Leyendo a (Jaime) Sabines encontré una herramienta poderosa para suplir mi limitada capacidad en el arte de conquistar mujeres”.