El obispo emérito de Culiacán, Sinaloa, Benjamín Jiménez Hernández, de 82 años de edad, falleció por Covid-19 en una clínica de Hermosillo, Sonora, informó el obispado sinaloense. El prelado fue hospitalizado a inicios de mes.
En un comunicado, la diócesis de Culiacán precisó que el obispo estaba intubado en terapia intensiva y con posible daño pulmonar.
Jiménez Hernández nació en Pénjamo, Guanajuato, y en 1951 ingresó al seminario diocesano; fue enviado al Seminario Nacional Pontificio de Montezurna en Nuevo México, y en 1963 recibió la ordenación presbiterial en la catedral basílica de Culiacán.
En 1989 fue ordenado obispo por el nuncio apostólico en México, Girolamo Prigione, y nombrado auxiliar de Culiacán; en 1991 inició actividades como obispo diocesano de Culiacán y fue nombrado por Juan Pablo II tercer obispo. En 2011 lo designaron obispo emérito.
En tanto, alcaldes de los 43 municipios de Tamaulipas y la Secretaría de Salud estatal acordaron cerrar todas las iglesias de Guadalupe del 8 al 14 de diciembre, a fin de evitar riesgos de contagios el 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe.
“Se hablaba de permitir el ingreso de cierto número de feligreses para la misa especial; pero es imposible controlar esa cantidad de gente. Lo que buscamos es evitar contagios masivos”, explicó Enrique Rivas.
