El presidente de la República mostró ayer en su conferencia matutina de prensa la insuficiente comprensión de lo que significan los homicidios y los feminicidios. En respuesta a un primer planteamiento de una periodista, que expresamente señalaba las diferencias entre ambos tipos de asesinatos, el anfitrión de Palacio Nacional respondió: “Sí, bueno, en lo general decirles que toda la violencia que se padece en el país contra mujeres y hombres, pues es el fruto podrido de un modelo económico, materialista, inhumano que se impuso durante todo el periodo neoliberal” (https://bit.ly/3nVRUrr).

La reportera (Dalila Escobar, de A Tiempo.Tv, según la página de Internet de la Presidencia) insistió: “pero, ¿usted considera que las causas de un homicidio son las mismas que las de un feminicidio?”, a lo que Andrés Manuel López Obrador respondió: “En general sí, porque ha habido mucha desintegración en las familias, mucha pérdida de valores”.

Luego, ante una intervención de la columnista y activista Frida Guerrera, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, hubo de reconocer y precisar: “Y tienes toda la razón, las causas del feminicidio concretamente no son las mismas de un homicidio violento en contra de una mujer por otras razones. Esto es lo que estamos atendiendo todos los días”.

No se trata solamente de la libertad de disentir dentro del gabinete presidencial ni de un asunto semántico, pues las palabras del Ejecutivo tabasqueño confirman la distancia entre el pensamiento político del jefe del gobierno federal y la realidad cotidiana de las mujeres mexicanas, que sufren ataques cada vez más salvajes e impunes sin que haya política verdadera de atención y prevención (aunque haya varias oficinas de ese gobierno federal dedicadas supuestamente a atender los asuntos femeninos).

Las palabras de ayer en Palacio Nacional tuvieron como contexto el día internacional que busca eliminar la violencia contra las mujeres, y a cuya honra se produjeron signos y guiños de ocasión en los ámbitos burocráticos de todo el país (por ejemplo, preguntas de ayer en la mañanera fueron asignadas solamente a mujeres). Pero tales gestos y declaraciones no son ni pueden ser suficientes.

A contracorriente de los discursos oficiales, mujeres de varios puntos del país realizaron movilizaciones y protestas. En Guadalajara, por ejemplo, colocaron en la plaza de Armas una antimonumenta, y en ciudades de Quintana Roo y estado de México hubo también actos de feministas. En la Ciudad de México se registraron confrontaciones con policías, y en el Zócalo se formó una fogata con escudos y material policiaco, y con casas de campaña del Frente Nacional anti-AMLO.

Más allá de las definiciones que se tengan respecto a las causas de los homicidios y los feminicidios, la llamada Cuarta Transformación y su gobierno en funciones deberían asumir que las protestas, aun las más desbordadas, y aun con participación de grupos genéricamente llamados anarquistas, e incluso de provocadoras, tienen como sustento la incapacidad de la estructura institucional mexicana de proveer seguridad pública, protección específica y justicia real para mujeres que viven día a día en una situación de angustia y terror. La causa de las mujeres no es de la derecha, sino de la izquierda. Y el motor de sus protestas no es derrocar al gobierno obradorista ni prestarse a maquiavelismos derechistas.

Astillas

Además del enorme futbolista tan reconocido mundialmente, Diego Armando Maradona fue un hombre que habiendo emergido de una condición socioeconómica marginada, y llegado a la cumbre de fama y dinero, fue capaz de mantener sus convicciones políticas progresistas, específicamente en relación con Cuba y Venezuela… Ha muerto el doctor José Manuel Mireles, cuya faceta pública más reconocida ha sido la de impulsor de las autodefensas armadas en Michoacán… ¡Hasta mañana!

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