Hay mil 108 artículos científicos que revelan los impactos del glifosato en la salud, ambiente y biodiversidad, producto utilizado para retirar maleza en los campos donde se siembran semillas como el maíz, frijol y arroz, así como papa, aguacate, así como su uso en zonas urbanas, reporta la quinta Antología toxicológica de este herbicida, divulgada en 2020.
En tanto, la Federación Mexicana de Colegios de Biólogos consideró que el uso de esta sustancia por parte de la agroindustria es una grave amenaza para el patrimonio natural, biocultural y la conservación de la riqueza genética de las especies animales y vegetales del país.
Alejandro Espinosa Calderón, académico con permiso del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), y encargado del despacho de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), aseguró que es posible hallar alternativas al glifosato.
En entrevista con La Jornada, aseguró que por los daños que el agroquímico ocasiona al ambiente y a la salud, la responsabilidad que el gobierno ha encargado al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para hallar opciones “con base en argumentos científicos” y prescindir totalmente de él en un plazo de cuatro años, es relevante.
Destacó que existen alternativas técnicas, “desde la densidad de siembra y de población que permita menor incidencia de malezas, también la rotación de cultivos como la siembra de cobertera (que mejora la productividad de suelos)”, y dejó en claro que la agricultura que más requiere y defiende al glifosato es la empresarial, no así la de autoconsumo y la tradicional (que es la que logra excedentes para comercializar).
La antología contiene artículos científicos, informes de investigaciones publicados en revistas y resúmenes de congresos especializados sobre los impactos y la dinámica del glifosato, fue compilada por Eduardo Martín Rossi, epidemiólogo. De acuerdo con la Cibiogem, es el herbicida más usado actualmente en el mundo, mata todo tipo de plantas, incluidas diferentes especies de herbáceas, arbustos y árboles.
En 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer clasificó al glifosato como probable carcinógeno. En México se han otorgado 651 permisos para la liberación al ambiente de cultivos genéticamente modificados (479 en fase experimental, 150 en piloto y 22 en etapa comercial) en los cuales se usa. “Los agricultores puedan aplicar el herbicida sin que tenga un efecto sobre el cultivo de interés, pero es capaz de aniquilar al resto de las plantas que crezcan dentro o en los alrededores de la parcela”, indicó el organismo.