Ante la denuncia promovida por Emilio Lozoya Austin, ex titular de Petróleos Mexicanos (Pemex), que involucra a los ex presidentes Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, el jefe del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, ratificó su postura de enjuiciarlos sólo previa consulta popular. Sin embargo, acotó: “no puedo detener un proceso judicial, no puedo ser cómplice, no me corresponde. Es un asunto que tiene que ver con la Fiscalía (General de la República, FGR), no voy a encubrir a nadie. Que haga su trabajo la FGR”.
Quien presentó la denuncia ante la FGR está obligado a probar los señalamientos, porque “si fue un dicho solamente sin pruebas, no tiene ningún valor legal, diría social, moral. Tiene que haber un sustento, pruebas, testigos. Se habla de un video, yo quisiera verlo, como todos los mexicanos; ojalá y se pueda que se dé a conocer”. El mandatario se pronunció por transparentar todo lo que se pueda, sin poner en riesgo el debido proceso.
En cualquier caso –dijo durante su conferencia de prensa– los involucrados deberán declarar: Peña Nieto y Calderón, los senadores, el diputado federal y el ex secretario de Hacienda Luis Videgaray. “Van a ser citados probablemente todos los señalados y tendrán que declarar. Eso no significa que sean culpables, pero cuando se presenta una denuncia de estas características, tienen que declarar los acusados”.
Reiteró sus acusaciones de narco- Estado en el sexenio de Calderón. Confió en que en su momento le pareció desproporcionada esa consideración de analistas. “Anteayer me salió y dije, ¿por qué no? Si el que estaba a cargo de la seguridad al final le servía a una de las bandas. Es como si uno de estos jefes hubiese estado de vicepresidente, porque ese señor detenido en Estados Unidos era el dedo chiquito de Calderón y está acusado de recibir sobornos por estar al servicio de una de las bandas del narcotráfico.”
Fue más allá en sus remembranzas de los excesos de esa administración, al aludir a la forma como “ajustician a (Arturo) Beltrán Leyva, cómo le ponen billetes al cuerpo, dólares. Todo un montaje. ¿Qué es eso? Eso no es normal”. Y rubricó con una censura abierta a las casas en Miami del ex secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna. “¿Por qué ese estilo de vida? ¿Una gran descomposición? ¿Y cómo estábamos al final todos los mexicanos? En la indefensión”.
Al preguntarle sobre el asesinato de Luis Miranda Cardoso, padre del ex secretario de Desarrollo Social, Luis Miranda, sostuvo que si bien corresponde la investigación a la fiscalía del estado de México, existe disposición del gobierno federal de ayudar a conocer lo que sucedió, quiénes fueron los responsables y castigarlos.
En referencia a la denuncia de Lozoya Austin ante la FGR, López Obrador apuntó que respetará la decisiones del fiscal Alejandro Gertz Manero, a quien calificó de “gente seria, responsable y de prestigio que no va a prestarse a una jugarreta. No son ya los tiempos de la Procuraduría General de la República, pues ahora es una institución autónoma”.
El Presidente ratificó su coincidencia en otorgar beneficios a Lozoya Austin por la información aportada, pero insistió en que el juicio a ex presidentes se realice previa consulta popular. “A mí lo que más me importa es que moralicemos a México.
–Sí se tiene que seguir un proceso a los ex presidentes, ¿lo avalaría?
–Ya di mi punto de vista, lo sostengo, pero al mismo tiempo no puedo convertirme en encubridor o en cómplice. Doy mi opinión, creo que lo mejor es que se conozca todo, que la gente sepa qué sucedió y decida si se juzga a los ex presidentes, porque, insisto, no es sólo este sexenio pasado y el anterior. No. Fue un periodo de saqueo.