Envidia y deseo, detrás del consumo imprudente

Domingo 13 de abril de 2025, p. 14
Las ofertas y promociones están en todos lados. Por medio del correo electrónico, de los servicios de mensajería, de las redes sociales, con espectaculares en la calle o en la televisión y la radio, las marcas generan poco a poco una necesidad de compra.
Una de las razones por las que los consumidores mexicanos tienden a sobrendeudarse con las instituciones de crédito es por las presiones sociales, es decir, el deseo de tener algo que alguien más posee y se crea una falsa necesidad en cuestión de segundos por querer comprarlo, plantea Javier Salmerón, director de Bravo.
De acuerdo con el directivo de la firma especializada en la consolidación de deudas, todos los programas de educación financiera que se han lanzado en los últimos años poco a poco han permeado entre la población, pero tener conocimiento de los riesgos que conlleva el sobreapalancamiento no significa que los hábitos de consumo cambien de un día para otro.
México es un país con más de 130 millones de habitantes en el que prácticamente ocho de cada 10 adultos cuentan con un producto financiero, pero tres de cada 10 no tienen ningún tipo de ahorro, motivo por el que en caso de quedar sin su fuente de ingreso no podrían cubrir sus gastos diarios, cifras que son arrojadas por la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Al tiempo que esto ocurre, seis de cada 10 mujeres y hombres mayores de edad que se encuentran en problemas financieros consideran que el motivo de sus deudas es una mala administración financiera, de acuerdo con un reporte hecho por Bravo.
“La educación financiera va a ayudar de manera muy importante, pero tiene que estar también apoyada por otras circunstancias, desde presiones económicas hasta hábitos de consumo.
“Hay ciertas presiones sociales, una persona puede saber hacer las cosas, pero eso no implica que necesariamente las vaya a hacer, esto pasa en muchos ámbitos… Sí hay que dar los conocimientos para saber manejar las finanzas, pero también hay que atacar estos hábitos, estas presiones sociales, porque vi que te compraste algo siento presión y lo quiero comprar yo, no tengo que dejarlo pasar”, explica Salmerón en entrevista.
El reporte de Bravo también precisa que, en el caso de sus clientas, la deuda promedio con la que llegan asciende a 161 mil 448 pesos, mientras en el de los hombres, el monto asciende a 184 mil 814 pesos.
Motivos del sobreapalancamiento
Los gastos médicos, la educación, compra de bienes, vacaciones y ocio, reparaciones del hogar y emergencias, son los motivos por los cuales los clientes de la firma se endeudan, y 65 por ciento de ellos que usan una tarjeta de crédito sólo hacen el pago mínimo, el que genera mayores intereses.
En este sentido, el director de Bravo expresa que los programas de educación financiera requieren una mayor cantidad de tiempo para que tengan un efecto positivo entre la población, pero también los consumidores deben de tener mesura al hacer compras.
Tiene que haber tiempo, pero acompañarse de mejores hábitos, porque puedo conocer un concepto, pero si no se tiene esa mesura para pensar dos veces si la compra que hay enfrente es una necesidad o es un gusto... lo compro en ese momento y otra vez estoy en riesgo de endeudamiento
, explica.
Piden tarjetas por el color
Agrega que la mala administración de los ingresos es el principal motivo por el que Bravo recibe gran número de clientes día con día.
“Todavía hay mucha gente que no tienen ahorro, que no sabe hacer un presupuesto, ahí se debe seguir trabajando… Pero la realidad es que la mala administración es el principal motivo que vemos.
En esta mala administración entra precisamente el que no conocía, no entendía que debe tener un ahorro para emergencias y contrata una tarjeta que no era la adecuada, la pide hasta por el color que tiene sin entender a veces las implicaciones de un pago mínimo, de un pago total.
Por todo lo anterior, Salmerón considera necesario no bajar la guardia y continuar con los programas de educación financiera para evitar que más mexicanos queden en una situación vulnerable o se enfrenten al denominado estrés financiero, un fenómeno que, literalmente, le quita el sueño a las personas, según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios Financieros (Condusef).
Y es que dos de cada tres personas adultas pueden hacer poco o nada si enfrentan un imprevisto financiero y a ocho de cada 10 nunca les sobra dinero a fin de mes, según la Encuesta Nacional de Salud Financiera (Ensafi).
Es importante solucionar el problema de deuda que tienen las personas y continuar con la educación financiera, pero al menos nuestro objetivo es rehabilitar al deudor y dejarlo listo para un futuro distinto, que estén preparados para manejar otros productos financieros
, agrega el director de Bravo.