El multimillonario Bill Ackman advierte sobre un invierno nuclear económico
Medidas de Trump abren grietas entre sus amigos magnates // Mañana entran en vigor aranceles, incluso para islas habitadas por pingüinos // Preocupa a republicanos baño de sangre
en las próximas legislativas


Martes 8 de abril de 2025, p. 20
Nueva York y Washington., Nerón tocando su arpa mientras Roma arde resume lo que un amplio coro de observadores expresa para definir la coyuntura política en Estados Unidos.
Poco después de que Donald Trump declaró sus aranceles universales el miércoles pasado, provocando desplomes en las bolsas de valores y advertencias de un incendio del sistema financiero y comercial mundial, se fue a jugar golf en Florida, donde anunció que ganó el juego en su propio club, en un evento patrocinado –o sea, pagado a su empresa– por Arabia Saudita, y cuando comentó acerca del caos financiero provocado por sus medidas, respondió: tienes que tomar la medicina si quieres componer algo
.
Ayer, ya de regreso a la Casa Blanca, el incendio del sistema internacional se intensificaba, con algunos pronosticando que el orden
internacional encabezado por Estados Unidos estaba por derretirse. El día arrancó con más descalabros en todos los mercados bursátiles, y con la persistente incertidumbre –la condición más odiada en circuitos financieros– sobre qué hará o no el mandatario estadunidense.
Ya para mediodía Trump amenazaba con imponer aranceles de otro 50 por ciento a China si ese país no retiraba su arancel correspondiente de 34 por ciento con el cual respondió al estadunidense, provocando aún más tensión. Sin embargo, también había indicios de que podrían iniciarse una serie de negociaciones con varios países con la promesa de revertir algunos de los aranceles, siempre y cuando Trump pudiera declarar victoria.
El riesgo de una recesión
Pero el día avanzó con intensa especulación sobre qué tanto daño causarían los aranceles y durante cuánto tiempo, con la palabra recesión mencionada, a veces a susurros, a veces a gritos, por economistas, políticos (de ambos partidos), historiadores y comentaristas. Las primeras planas de los sitios digitales de noticias –siempre acompañados de gráficos alarmantes sobre las bolsas de valores– con muchos señalando que nunca antes un presidente había provocado a propósito un desplome de los mercados financieros. “Este es el shock comercial más grande de la historia”, comentó Paul Krugman, el economista Premio Nobel en entrevista con el New York Times.
Tal vez el mejor resumen de la obra de Trump fue el del cómico Stephen Colbert, el conductor del Late Show en CBS: “este es el peor día para nuestra economía desde el covid (en 2020)… y esta vez él es la enfermedad”.
A la vez, la crisis provocada por el presidente también está generando grietas dentro de su propio círculo interno y sus aliados en el Congreso, así como en el club exclusivo de sus amigos multimillonarios. Elon Musk difundió un video de Milton Friedman elogiando las virtudes del libre comercio y no ha ocultado su desprecio por el asesor económico del presidente, Peter Navarro. Se reporta que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, también ha manifestado su esperanza de que los aranceles sean frenados a través de negociaciones en contraposición con el secretario de Comercio, Howard Lutnick, quien asegura que todo es para bien. Fuentes de la Casa Blanca han indicado que más de 50 gobiernos han buscado iniciar negociaciones con el gobierno de Trump en torno a los aranceles, pero no hay mayores detalles acerca de si éstas proceden o no.
Efectos electorales
El siempre subordinado senador republicano Ted Cruz, de pronto expresa preocupación por los efectos electorales de los aranceles –obviamente más preocupado por su futuro político que por el de su jefe– al advertir que sus colegas republicanos en el Congreso arriesgan un baño de sangre
en las elecciones intermedias legislativas en 2026 si los aranceles de Trump causan una recesión. No es el único republicano, junto con sus colegas, sobre todo de estados agrarios, que expresa alarma y hasta busca recuperar el poder histórico de la Legislatura sobre políticas comerciales, incluida la imposición de aranceles.
El multimillonario Bill Ackman, hasta ahora fiel a Trump, tuiteó que la forma en que su amigo está haciendo las cosas pone todo en riesgo. Al imponer aranceles masivos y desproporcionados tanto a nuestros amigos como a nuestros enemigos, lanzando así una guerra económica global contra todo el mundo a la vez, estamos en el proceso de destruir la confianza en nuestros país como socio comercial, como un lugar para hacer negocios, y como mercado donde invertir capital
, y advirtió que esto puede llevar a un invierno nuclear económico autoimpulsado
(https://x.com/BillAckman/status/1908992002366292286 ).El influyente banquero Jamie Dimon, ejecutivo en jefe de JPMorgan Chase, resaltó en su carta anual a clientes la incertidumbre sobre la política de aranceles y expresó su deseo de que esto sea resuelto lo más rápido
a través de negociaciones, ya que los efectos negativos se acumulan con el tiempo.
La nueva ronda de aranceles recíprocos
o compensatorios
entrará en vigor este miércoles, incluidos los que se aplican a islas sólo habitadas por pingüinos, entre otros rincones del mundo, mientras aliados y socios comerciales de décadas siguen preguntándose qué está pasando. De hecho, la fórmula empleada para establecer los aranceles sobre unos 185 países (e islas no habitadas) resulta ser una ecuación aritmética en la cual sólo se calcula el déficit comercial que Trump dice es resultado de barreras comerciales injustas de otros países, y se divide eso a la mitad para dar con el arancel; una ecuación que fue decorada por la Casa Blanca con letras griegas para que pareciera muy sofisticada, según analizó una matemática inglesa en la BBC.
Muchos en Wall Street y en otros sectores tienen la esperanza de que habrá más indicios de que todo esto es una maniobra de negociación a corto plazo. Pero varios expertos indican que el daño no será reparado tan rápido, y que el sistema construido y encabezado por Estados Unidos durante la mayoría de un siglo ya no podrá ser reconstituido.