En América Latina y el Caribe, en promedio 50 por ciento del empleo es informal, por ello, el sistema de pensiones debe basarse en contribuciones fiscales, aportaciones voluntarias y educación en temas financieros y de salud desde edades tempranas, pues cada uno tiene que pensar en cómo va a vivir su vejez, señalaron especialistas en un foro.

Durante el cuarto encuentro Diálogos de Alto Nivel: La Seguridad Social bajo la Visión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, organizado por la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), explicaron que en economías donde predomina el trabajo informal, los modelos tradicionales de pensión, que requieren contribuciones, se ven limitados y se vuelve difícil sostener los beneficios de pensiones.

Explicaron que para bajar la dependencia de los sistemas contributivos son las pensiones universales, que se dan a todas las personas sin involucrar su historia laboral (formal o informal). En México existe el programa Pensiones para el bienestar, que beneficia a más de 10 millones de personas. Enfatizaron que el éxito de estos mecanismos depende de un buen ingreso fiscal y manejo financiero.

Animar ahorro privado

Otra recomendación es tener una contribución más regular y un plan de pensión voluntario, con el cual se busca animar al ahorro personal y privado, como pilar fundamental de ingreso en la seguridad. Aunque, al ser ahorro de largo plazo, es difícil que se entienda su importancia.

En el caso de economías estables, indicaron, se busca reducir la carga de los trabajadores en la aportación individual. Aunque esto implica tener una base fiscal grande para que los gobiernos asuman un ma-yor compromiso.

Otros de los factores a considerar al hablar de pensiones, precisaron, son la vejez y la salud. Mencionaron que la esperanza de vida ha incrementado, sin embargo, estos años de más se viven con enfermedades crónicas cuyos tratamientos son costosos, por lo cual gran parte de los ingresos se van en medicamentos. Además de que implican un gasto social mayor en caso de recibir atención médica por alguno de los servicios de salud pública.