Docentes universitarios dieron una clase abierta ayer dirigida a funcionarios del gobierno de Argentina en la Plaza de Mayo, sobre economía, comunicación y el rol de la universidad pública, entre otros temas, pero todos tuvieron falta, al tiempo que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner ofreció un discurso en la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en el que se refirió a la descomposición institucional en un marco grave de la economía que atraviesa el país centroamericano, informó Página/12.

En el contexto del Congreso Educativo Nacional Imaginar y transformar, Fernández de Kirchner pidió replantear la educación porque el actual presidente de Argentina, Javier Milei, no sabe cómo se llama San Martín, en clara referencia al militar argentino José de San Martín, quien luchó por la independencia de los países de América del Sur.

Don Juan José de San Martín fue como llamó el mandatario al Libertador de América durante un acto realizado antier por el 213 aniversario de la creación del regimiento de granaderos a caballo general San Martín.

La sociedad defiende lo que siente que le es útil. Yo no recuerdo una manifestación más masiva como la que hubo en apoyo a la universidad pública en las calles de la ciudad de Buenos Aires. Esto revela que nuestra sociedad está dispuesta a luchar por lo que le es útil, opinó la ex mandataria sobre las movilizaciones en defensa a la educación pública.

Espacio de lucha social

En tanto, la histórica Plaza de Mayo se convirtió, una vez más, en un escenario de lucha, esta vez mediante el dictado de clases públicas y gratuitas.

Docentes y profesionales de la UBA brindaron antier cursos sobre educación pública, especialmente dirigida a las autoridades del gobierno de La Libertad Avanza.

En una enorme aula a cielo abierto, y bajo un fuerte sol de mediodía, cientos de alumnos y transeúntes escucharon con atención una charla que dictó un grupo de académicos universitarios sobre temas claves para la nación.

Sobre la explanada, a pocos metros de la entrada a la Casa Rosada, docentes y estudiantes organizados dispusieron de un pizarrón y unas filas de asientos, a los que les asignaron los nombres de funcionarios convocados, pero quedaron vacíos.

Con antelación, explicaron los promotores del acto, se enviaron invitaciones especiales a los funcionarios federales que en pase de lista, quedaron con inasistencia.