México fue informado con antelación de que el destructor Gravely de la armada de Estados Unidos surcaría sus aguas territoriales e internacionales dentro del Golfo de México, bajo las normas que rigen la navegación mundial, declaró la presidenta Claudia Sheinbaum. Es una decisión del gobierno estadunidense para impedir la llegada de drogas, tienen esa facultad de hacerlo en esa situación. Mal sería que no nos hubieran informado o que llegaran a aguas nacionales, eso sí no debe ser.

Sheinbaum explicó en su conferencia que esta medida no está dirigida contra México, sino que pretende combatir al narcotráfico en esas aguas. Destacó que a través de la Secretaría de Marina nuestro país realiza patrullajes similares en su plataforma continental y en el mar internacional del golfo con el mismo fin de detectar embarcaciones que transporten drogas.

Por otro lado, ante la reciente deportación de migrantes venezolanos con antecedentes penales en Estados Unidos hacia El Salvador, la mandataria descartó totalmente que esto pueda ocurrir con mexicanos que están en el país del norte. Aunque en su momento no se hizo público, comentó que cuando el presidente Donald Trump anunció que los indocumentados que estuvieron ligados a delincuencia se enviarían a Guantánamo, Cuba, México envió una nota diplomática.

En ella, la cancillería mexicana se inconformó con la decisión y notificó que estaba dispuesta a recibir a los connacionales que estuvieran en ese supuesto. Aunque ese tipo de comunicaciones se realizan de forma privada, se obtuvo una respuesta de la administración Trump:

Contestaron la nota diplomática diciendo que, en la medida de que México acepte a las personas repatriadas, regresarán al país. Entonces, tenemos la certeza de que cualquier persona en Estados Unidos que sea deportada, repatriada a nuestro país, de acuerdo con el gobierno de Estados Unidos y a la solicitud que hicimos, llegara siempre a nuestro territorio, afirmó la Presidenta.

El gobierno del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, rechazó el despliegue militar en la frontera entre Estados Unidos y México del buque destructor Gravely, provisto con misiles guiados, para ayudar en las operaciones de seguridad fronteriza y contra la inmigración. Rechazamos el despliegue del destructor de Estados Unidos en el Golfo de México para supuestamente combatir el tráfico ilegal de drogas. Esta presencia militar en la zona representa una amenaza a la seguridad y la paz de América Latina y el Caribe, escribió el canciller cubano, Bruno Rodríguez, en X.

Con información de la Redacción