París. Francia, Reino Unido y Alemania saludaron ayer por separado los acuerdos logrados por los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Rusia, Vladimir Putin, para pausar 30 días los ataques a las infraestructuras energéticas rusas y ucranias.

El presidente francés, Emmanuel Macron, de visita en Berlín, y el canciller federal saliente de Alemania, Olaf Scholz, destacaron que el acuerdo podría ser un primer paso hacia la paz. Mientras un portavoz del gobierno británico saludó los avances.

Horas antes, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, reiteró que no está dispuesta a enviar tropas a Kiev y advirtió a la Unión Europea (UE) sobre la guerra comercial con Estados Unidos.

Ante el Parlamento sostuvo: nada de tropas italianas en Ucrania y ninguna hipótesis de ejército europeo, al distanciarse de cualquier sugerencia de que la región necesite establecer un sistema de seguridad conjunto. Meloni, aliada de Trump, también llamó a los socios europeos a no escalar la disputa comercial con Estados Unidos.

En tanto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtió antes del diálogo entre Trump y Putin que Rusia amplió de forma masiva su capacidad de producción militar industrial en preparación de una futura confrontación con las democracias europeas y sostuvo que 2030 es el plazo para que Europa sea capaz de defenderse militarmente. Tenemos que movernos ya.

En tanto, Francia decidió aumentar y acelerar los pedidos de aviones de combate. “En 2035 Luxeuil (en la frontera con Alemania) será la primera base aérea en desplegar una nueva modificación del Rafale con cabezas nucleares supersónicas”, porque el mundo en el que vivimos es cada vez más peligroso y más incierto, anunció Macron, y aseguró que Europa tiene que armarse para evitar la guerra.