Llegó a $5.89 billones
Fue mayor que con Calderón y Peña
Lunes 10 de marzo de 2025, p. 25
La economía informal en México creció 14.7 por ciento durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, al pasar de un valor real absoluto de 5.14 billones en el tercer trimestre de 2018 a 5.89 billones de pesos en el mismo periodo de 2024, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con el reporte Mediciones de la economía informal trimestral por entidad federativa
, el cual permite seguir el comportamiento de las actividades económicas informales tanto a escala nacional como estatal, en el sexenio de López Obrador se observó el mayor crecimiento de la informalidad en las últimas dos administraciones.
De acuerdo con el Inegi, el PIB de la economía informal en México durante la administración de Enrique Peña Nieto creció 6.45 por ciento. En el sexenio de Felipe Calderón el crecimiento fue de 9.51 por ciento.
La crisis financiera global de 2008 marcó un punto de inflexión porque México perdió cerca de 700 mil empleos formales en un año. Si bien la recuperación fue rápida gracias al dinamismo exportador, los empleos creados después de la crisis tendieron a concentrarse en sectores de bajos salarios y alta informalidad, un fenómeno que persiste hasta hoy.
De acuerdo con diversos estudios, la segunda década del siglo XXI estuvo marcada por la implementación de reformas estructurales en los sectores de energía, telecomunicaciones y educación, pero aunque estas reformas buscaban estimular el crecimiento económico y la generación de empleos, los resultados fueron mixtos, ya que entre 2013 y 2018 la economía formal creció a un ritmo moderado, pero la informalidad continuó concentrando más de 50 por ciento del empleo total en el país, de acuerdo con cifras del Inegi.
El impacto de la pandemia de covid-19 en 2020 fue devastador para el mercado laboral mexicano porque en ese año se perdieron más de 1.1 millones de empleos formales, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y, a pesar de la recuperación parcial en los años siguientes, el mercado laboral quedó marcado por una creciente precariedad y una acelerada transición hacia el trabajo remoto en ciertos sectores, dejando a muchas industrias tradicionales rezagadas.
La disparidad entre la oferta y la demanda de empleos plantea el riesgo de un aumento en la informalidad y el subempleo, lo que perpetúa las desigualdades económicas y sociales.