guerreras forjadas a contracorriente

Jueves 6 de marzo de 2025, p. 5
La exposición Teodora Blanco/María Izquierdo: Percepciones de belleza y el catálogo emanado de ella reúnen la obra de ambas creadoras en condiciones de igualdad y sin jerarquizar como arte menor o mayor u otras categorías similares.
Cándida Fernández de Calderón, directora de Fomento Cultural Banamex, y Juan Rafael Coronel, autor de los textos del volumen y curador de la exposición, concordaron en la paridad del abordaje de las artistas desarrollado en la muestra y el libro.
Fernández de Calderón destacó que la propuesta curatorial de la Blanco/María Izquierdo “presenta la obra de ambas artistas en plenitud y en igualdad, sin recurrir a ideas preconcebidas” que se pueden materializar en las separaciones arte culto/arte popular, arte mayor/arte menor, “por mencionar sólo las fórmulas más recurridas y que en ocasiones generan ciertas formas de exclusión.
El catálogo registra la muestra y celebra la creatividad de dos mujeres mexicanas de excepción, guerreras que se forjaron a contracorriente y qué mejor hacerlo en de marzo, mes en el que se ha consagrado a la mujer, tanto en lo individual como en lo colectivo. Al mismo tiempo que rendimos tributo y reconocimiento a través de Teodora Blanco y María Izquierdo a la gran creatividad y visión con sentido estético que nos caracteriza como género.
Reseñó que el texto cuenta con 81 páginas y un despliegue fotográfico de más de 50 imágenes, así como la exploración de aspectos biográficos de estas dos talentosas mujeres y artistas mexicanas de gran valía
, quienes son punta de lanza de las expresiones estéticas con óptica femenina y de igualdad, pioneras en la modernidad que representan
.
La promotora cultural sostuvo que la expresión estética de ambas artistas provine de raíces profundas y disposiciones culturales distintas. En Teodora Blanco es el arte primigenio de modelar en barro, con raigambre zapoteca, y la capacidad de hacer propuestas estéticas significativas. En María Izquierdo es la tradición pictórica y académica enmarcada por dos movimientos emanados en México: el muralismo y la denominada Escuela de Pintura Mexicana, surgidos en el primer cuarto del siglo XX
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En su intervención, Ana Teodora López García contó que no tuvo la suerte de conocer en persona a su abuela Teodora Blanco, pero lo hizo a través de las palabras de su madre. Refirió el proceso de obtener el barro desde una mina, secarlo, luego remojarlo y batirlo para lograr una mezcla que dé la fuerza para hacer las piezas desde la más chiquita hasta la más grande
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Refirió: mi mamá decía que mi abuela le decía que el barro que viene de la mina es duro y conforme lo vas tratando, vas forjando ese camino en tu vida. Ya depende de ti qué tanto quieres esforzarte para que puedas utilizarlo bien y acostumbrarte a que la vida es dura, pero con tu esfuerzo puedes lograr formar algo bueno de eso
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Luis Filiberto García Blanco, hijo de Teodora Blanco, contó que su madre tenía un contacto espiritual con el material que trabajaba, hablando con su barro, haciendo las figuras y transmitiendo todas sus historias al hacer una pieza, como de los nahuales y las leyendas de mi pueblo, plasmándolas en sus obras
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De entre el público, Alberto Carmona Posadas relató que la inspiración para muchas de las pinturas de su abuela María Izquierdo provenían de los recuerdos y vivencias cotidianas que atesoró desde la niñez.
El curador Juan Rafael Coronel hizo hincapié en que “poner a dos mujeres, una pintora y una escultura, dentro de una exhibición es tratar de no ejercer categorías de arte puro, popular, occidental o no occidental, sino que la estructura plástica es arte o no es arte.
Esta exposición es pionera en el sentido de que, por primera vez en un edificio que está considerado una de las galerías más importantes del país a nivel internacional, tiene la primicia de haber hecho una exposición donde no se categoriza a las obras de arte.