
el espacio no se ocupa, se construye, describió Aura Arreola, una de las coreógrafas de Inmarcesibles, pieza que tendrá sus dos últimas funciones este fin de semana.Foto cortesía de Brenda Molgado
Jueves 6 de marzo de 2025, p. 4
En el contexto del Día Internacional de la Mujer (8M), la obra Inmarcesibles, de danza butoh, creada por Guyphytsy Aldalai y Aura Arreola, explora la vulnerabilidad como potencia política y estética. Su enfoque promueve reflexiones sobre las estructuras de poder desde una perspectiva feminista.
Arreola describió este trabajo, que ha recorrido escenarios internacionales, como una reflexión que trasciende lo personal para convertirse en una lucha colectiva, que se expresa a través de un abrazo de cuerpos que se sostienen mutuamente
.
El espacio crea una atmósfera compartida donde cada movimiento resuena como un gesto y a la vez una forma de resistencia. En el butoh, el espacio no se ocupa, se construye
, añadió la coreógrafa en entrevista con La Jornada.
Los cuerpos dejan de ser entidades individuales y forman un ecosistema interdependiente, sustentado por la presencia mutua.
La iluminación, con sus sombras y texturas, refuerza esta idea: aunque separados, los cuerpos mantienen un constante juego de acercamientos y distanciamientos, que construye una narrativa de vulnerabilidad y resistencia.
El diseño sonoro, a cargo de Fernando Vigueras, es otro elemento fundamental de esta dramaturgia. Como explicó Arreola, el sonido actúa como un eco de ese primer espacio que nos dio pie a crear el movimiento. Es un viaje de transformación
.
La música va más allá de un simple acompañamiento y amplifica la atmósfera creada por los cuerpos, lo que enriquece la estética del abrazo, ese gesto de sostenimiento mutuo.
Pero más allá de la técnica y la coreografía, Inmarcesibles tiene un mensaje claro: la vulnerabilidad no es algo que debe ser ocultado o combatido, sino que es el cimiento sobre el cual se construye una nueva forma de relacionarse, de pensar otras formas de vínculos afectivos y sexoafectivos
, afirmó Guyphytsy Aldalai.
Este posicionamiento se inserta dentro de un activismo micropolítico que busca construir un espacio donde las mujeres puedan abrazarse sin temor a la competencia, el juicio o el desprecio.
Desde su primera improvisación en el Bosque de la Primavera hasta las funciones de este mes en la capital mexicana, las creadoras tuvieron que enfrentar dificultades personales y profesionales. Sin embargo, esas tensiones no son ajenas a la obra.
La pieza, en su naturaleza misma, se confronta con las fricciones que surgen en cualquier relación humana. “El desacuerdo también es parte del proceso. Los momentos de tensión y fricción son esenciales para la creación de una obra de arte que se distinga por su profundidad.
Este montaje invita a repensar las relaciones entre mujeres y a reconocer la vulnerabilidad como una fuente de poder y transformación
, concluyó Aldalai.
Las últimas funciones de Inmarcesibles son mañana a las 20 horas y el domingo las 18 en el Teatro Benito Juárez (Manuel Villalongín 15, colonia Renacimiento, alcaldía Cuauhtémoc). Los boletos cuestan 220 pesos.