La visita a México de Regina Miranda, coreógrafa, directora y teórica del movimiento, marca un hito en la exploración escénica del legado de Patrícia Galvão, conocida como Pagu (1910-1962).

Con su dirección, la compañía Regina Miranda & Atores Bailarinos presenta hoy y mañana en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo la pieza-película Piedras sueltas, montaje que fusiona cine, teatro y danza, para revivir la memoria de la escritora, dramaturga y activista brasileña.

En entrevista con La Jornada, Miranda subrayó la importancia de abordar a Pagu desde la interdisciplina: La incorporación del cine en el teatro coreográfico permite complejizar la escritura escénica, amplía las posibilidades de lectura y refuerza la dimensión poética del cuerpo.

En el contexto de los encuentros Internacional e Iberoamericano de Mujeres en el Arte, la puesta en escena, interpretada por la actriz y bailarina brasileña Lígia Tourinho, cobra relevancia particular. No sólo recupera el legado literario y político de Pagu, sino que también expone la crudeza de su encierro, la violencia de la tortura y la resistencia que dejó impresa en dibujos y manuscritos.

No queríamos ilustrar su historia, sino generar una experiencia en la que el público sintiera en el cuerpo la opresión, la lucha y la esperanza, añadió Miranda, cuya agrupación brasileña tiene más de 40 años de trayectoria.

La pieza surgió de un proceso de investigación que involucró la revisión de escritos autobiográficos y bocetos realizados por Pagu durante su tiempo en prisión. En escena, Tourinho da vida a la voz y la figura de la escritora con una mezcla de fragilidad y rebeldía.

Cada movimiento dialoga con las proyecciones que cubren el espacio: palabras que resuenan en el aire, trazos superpuestos a una corporalidad que nunca se aquieta. La memoria de Pagu se reconfigura en un ensamblaje meticuloso de fragmentos textuales, visuales y coreográficos.

“En 2022 organizamos la conferencia internacional 22+100: Laban y el proyecto modernista en Río de Janeiro. A partir de esa experiencia creamos una pieza inspirada en Pagu y nos dimos cuenta de que debíamos seguir profundizando en su legado”, relató Miranda.

La directora, quien ha dedicado su carrera a la intersección entre las artes escénicas y el movimiento, concibe Piedras sueltas como un acto de resistencia escénica, en el que los límites entre disciplinas se desdibujan para amplificar el mensaje.

El encuentro Mujeres en el Arte, liderado por la Leticia Armijo, se ha consolidado como un espacio fundamental para la visibilización del trabajo de creadoras iberoamericanas. Además del montaje mencionado, la programación incluye espectáculos de diversas agrupaciones.

El Centro de Producción de Danza Contemporánea presentará desde hoy y hasta el domingo Nicolasa (a Guillermina), homenaje a la coreógrafa Guillermina Bravo, mientras Muhuvidanza abordará temáticas de migración y resistencia.

Lo que más me interesa de este tipo de encuentros es la oportunidad de visibilizar obras que quizá no encontrarían un espacio en plataformas más convencionales, subrayó Regina Miranda.

A lo largo de su carrera, ha sido firme en su propósito de romper las fronteras entre disciplinas artísticas, con la convicción de que el teatro y la danza no deben ser vistas únicamente como formas de entretenimiento, sino como herramientas poderosas para generar conciencia social.

“Mi trabajo busca provocar una experiencia estética, pero al mismo tiempo abrir un espacio para la reflexión sobre temas urgentes. En esta presentación se aspira a ir más allá de la mera exhibición de la obra de Pagu, invitando al público a cuestionar las estructuras que perpetúan la desigualdad y la opresión”, concluyó Miranda.

Las funciones de Piedras sueltas serán hoy y mañana a las 20 horas en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte). Los boletos cuestan 150 pesos y se pueden adquirir en taquilla.