
Martes 4 de marzo de 2025, p. 5
Madrid. Una investigadora de la Universidad de Oxford desenterró una rara copia manuscrita del famoso Soneto 116 de William Shakespeare que se encontraba escondida en una colección de poesía del siglo XVII.
Halló este tesoro entre los papeles de Elias Ashmole (1617-1692), fundador del Museo Ashmolean y firme defensor de la monarquía durante la guerra civil inglesa. Se trata de la segunda copia manuscrita conocida de ese texto.
La doctora Leah Veronese, de la Facultad de Inglés, se topó con este notable hallazgo mientras investigaba en la Biblioteca Bodleian para su doctorado.
El manuscrito forma parte de una miscelánea
, un tipo de escrito que contiene una selección de textos de diferentes autores y temas.
La poesía moderna temprana solía circular en misceláneas; este manuscrito incluso contiene algo de la poesía original del propio Ashmole.
“Mientras hojeaba el texto, el poema me pareció una versión extraña del Soneto 116.
“Cuando miré en el catálogo (compilado originalmente en el siglo XIX), el poema estaba descrito, no de manera incorrecta, como ‘sobre la constancia en el amor’, pero no menciona a William Shakespeare. Me parece que la combinación de la primera línea adicional ‘Un error autocegador se apodera de esas mentes’ y la ausencia de William Shakespeare en la descripción del catálogo original puede ser la razón por la cual este poema ha pasado desapercibido como una copia del Soneto 116 durante todos estos años”, explicó la doctora Veronese en un comunicado.
Lo que hace que esta versión sea particularmente fascinante, dice la investigadora, es cómo se ha adaptado el poema. El soneto se encuentra entre las obras con carga política, por ejemplo, villancicos prohibidos y poemas satíricos sobre los tumultuosos sucesos de principios de la década de 1640.
En esta copia, el soneto ha sido adaptado como canción con música del compositor Henry Lawes. Esta copia sólo incluye el texto, pero la música se puede encontrar en un libro de canciones en la Biblioteca Pública de Nueva York. La composición de la pieza sonora incluye siete líneas adicionales y cambios en la introducción y el pareado final, originales de Shakespeare. La introducción cambia de:
No me dejes casarme con las mentes verdaderas / Admitir impedimentos; el amor no es amor / Que se altera cuando encuentra alteraciones
a:
Un error autocegador se apodera de todas esas mentes / Que con falsos apelativos llaman a eso amor / Que se altera cuando encuentra alteraciones
Una razón práctica probable para estas líneas adicionales es crear más versos. Sin embargo, en el contexto de la guerra civil inglesa, también podrían leerse como un llamado a la lealtad religiosa y política.
Uso político de textos
Aunque los versos agregados tienen un significado bastante ambiguo, se perciben más políticos cuando se leen en la colección de un realista rodeado de poesía realista. Potencialmente transforman el soneto de una meditación sobre el amor romántico a una poderosa declaración política.
La interpretación pública de canciones estaba prohibida durante el régimen republicano. Muchos músicos, como Henry Lawes, sobrevivieron gracias a actuaciones privadas y secretas en sus casas.
Este texto no sólo proporciona un nuevo ejemplo de cómo se leía a Shakespeare durante la guerra civil, sino también de qué manera sus textos se reutilizaban políticamente para adaptarse a los problemas de la época.
La profesora Emma Smith, profesora de Estudios de Shakespeare en la Universidad Oxford, dijo que este emocionante descubrimiento demuestra que siglos de búsqueda de pruebas sobre William Shakespeare y su recepción temprana no han agotado los archivos
.
Let me not to the marriage of true minds es ahora uno de los sonetos más famosos de Shakespeare, pero no parece haber sido muy popular en su época. Mientras otros circularon y se citaron ampliamente, sólo se conocía una referencia anterior a éste, y lo que demuestra Veronese en su investigación de esta nueva versión: el soneto se entiende en el contexto de la política monárquica, muy lejos de su papel en las bodas modernas.
El hallazgo de Veronese arroja nueva luz sobre cómo las palabras de Shakespeare resonaron y fueron reformuladas durante uno de los periodos más tumultuosos de la historia inglesa. Su artículo Una nueva copia del soneto 116: Una versión arrogante se publica en The Review of English Studies.